Un expolicía local de Sevilla se enfrenta a una petición de condena de 20 años de prisión por repeler con su arma reglamentaria el asalto nocturno a su casa por parte de cinco individuos, uno de los cuales iba armado con una escopeta.
Los hechos ocurrieron en 2011, en su casa a las afueras de Dos Hermanas (Sevilla), cuando Casimiro Villegas y su mujer estaban durmiendo.
Un ruido procedente del salón los despertó. El agente acudió a ver qué ocurría y dos de los cinco delincuentes se abalanzaron sobre él, dándole patadas, puñetazos y mordiscos.
Consiguió quitárselos de encima y cuando se dirigió al dormitorio en busca de su arma reglamentaria para defenderse se topó con un tercero, el de la escopeta, y se repitieron momentos de tensión antes de que los asaltantes emprendieran la huida.
Iban a subir al coche que tenían fuera y Casimiro salió tras ellos, momento en el que el de la escopeta le disparó.
Se produjo otro enfrentamiento a tiros en el que varias personas se vieron involucradas. Los «tiros defensivos» de Casimiro alcanzaron al asaltante de la escopeta ocasionándole una herida de bala. Al final, los delincuentes huyeron.
Ocho años después, Casimiro puede ir a prisión si prospera la tesis de que no actuó en legítima defensa, como él asegura. El fiscal considera que usó el arma reglamentaria fuera de servicio y le pide 20 años de cárcel y una multa de 300.000 euros. El juicio será dentro de un mes.