Mirian Cortés, rectora de la Pontificia, ha hecho balance de los tres años que lleva en el cargo y ha destacado especialmente el ajuste y consolidación de producidos a lo largo de este tiempo, reforzando ámbitos como “la excelencia” del profesorado a través de un plan de formación en el que se ha incrementado el número de doctores.
Este programa sitúa su principal foco tanto en el aspecto de la docencia como en el de la investigación de la plantilla, pues como afirmaba la propia rectora “una Universidad que no investiga no puede ser una buena Universidad”.
En relación a la oferta de la Pontificia, la dirigente ha defendido la disposición de servicios gratuitos como el de asistencia psicológica sanitaria para los alumnos o el de logopedia y familiar. En su proceso de renovación académico, ha destacado que “el mapa de titulación no está cerrado” y que el próximo año se inaugurará en el campus de Madrid un nuevo grado en Seguros y Finanzas así como de Marketing y Comunicación.
En cuanto a la imagen proyectada por la Pontificia, defiende la satisfacción general y creciente del alumnado al haberse situado la institución en el 5º puesto en el ranking a nivel nacional que evalúa el grado de complacencia de estos con la misma. Asimismo, valores como el voluntariado o el deporte son algunas de las aptitudes que ha destacado sobre los graduados frente a otras universidades.
Al mencionar el tema de la situación económica de la Pontificia, la rectora niega cualquier dificultad que pueda atravesar y ha destacado “los precios moderados” que ofertan en sus matrículas.
Ya en sus últimas intervenciones de cara a previsiones futuras, Mirian Cortés ha dejado en el aire su posible reelección al frente de la universidad como respuesta a si estaría dispuesta a una continuación del mandato, a lo que ha declarado que no depende de ella y que la decisión recae exclusivamente sobre la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal.