[dropcap]H[/dropcap]acía varias semanas que los vecinos no lo veían. Era un hombre muy conocido en su pueblo Cospeito, de Lugo, porque se encargaba de hacerle tareas.
Al ver que no daba señales de vida, ni cuando iban a su casa, decidieron llamar al 112 Galicia.
Desde Emergencias gallegas enviaron a personal del Centro Integrado de Atención ás Emerxencias de Galicia y también a agentes de la Guardia Civil.
Al acceder a la casa se encontraron al hombre atrapado en el techo de su vivienda. Al parecer el hombre había subido a la primera planta de su vivienda y el suelo había cedido al encontrarse en malas condiciones. El hombre que superaba los 60 no pudo desencajarse y murió de inanición.
De hecho, para poder rescatarlo, fue preciso que acudieran los bomberos.