Los padres de una menor salmantina piden auxilio a la Junta

La niña sufre distintas patologías como síndrome alcohólico fetal, discapacidad intelectual leve, trastorno de conducta grave y además tiene una discapacidad del 79 por ciento
Residencia y Centro de Día de Aspace en Salamanca.

 

[dropcap]B[/dropcap]elén y Tato, los padres de Carolina de 14 años, denuncian «la nula respuesta de los Servicios Sanitarios y sobre todo la dejación de funciones por parte del Consejero de Sanidad» cuya respuesta dicen «es que no existe ningún recurso en nuestra Comunidad debido a la edad de la niña».

 

ICAL.  Los salmantinos Belén y Tato son padres de cuatro hijos adoptados. Su hija mayor, Carolina, tiene 14 años, fue adoptada con nueve meses a través de adopción internacional. Con el tiempo, afirman que se le han detectado distintas patologías como síndrome alcohólico fetal, discapacidad intelectual leve, trastorno de conducta grave y además tiene una discapacidad del 79 por ciento, por lo que su vida «no es fácil». Esta familia salmantina dio a conocer su caso a través de la plataforma Change.org para recaudar firmas y lograr el recurso sociosanitario necesario para su hija.

Han solicitado «de forma reiterada el auxilio de los distintos servicios de la Junta de Castilla y León«, pero consideran que hay una «absoluta falta de coordinación» entre las distintas consejerías y una «nula voluntad de querer asumir la realidad» que sufren su hija y su familia.

A pesar de no ser años fáciles, como explican en la plataforma, aseguran que siempre encontraron «la fuerza necesaria para seguir adelante» y se han desvivido por buscar los mejores recursos para Carolina. Pero desde hace casi un año «la situación se ha agravado mucho».

En la actualidad su hija «tiene crisis de conducta, perdiendo el control, con autolesiones y agresiones físicas a las personas del entorno, familiar, escolar y social», como explican, por lo que es necesaria la activación del servicio de emergencias 112 con frecuencia.

Difícil situación

A día de hoy, Carolina está escolarizada, por mediación de la Consejería de Educación, en el Centro de Educación Especial ‘Aspace’ en Salamanca, con régimen de jornada completa, aunque con el acuerdo de iniciar con una reducción de jornada y así hacer una integración progresiva en el centro. Pero en los últimos días, estos padres afirman que «ni siquiera ha podido completar la jornada de mañana», al tener que activar todos los días los servicios de emergencias del 112, «siendo necesaria la sedación de nuestra hija para controlar sus crisis».

Aunque valoran la buena disposición del Centro, se ha demostrado que «no está capacitado para atender a nuestra hija», y mientras no se aborde el problema sanitario, inciden en que «no se podrá dar una respuesta adecuada a esta situación».

Explican que por parte de los servicios psiquiátricos que atienden a su hija, se señala de forma continuada, que el problema que padece, «solo puede solucionarse mediante la intervención de un recurso sociosanitario», el cual pasa por el internamiento en un centro adecuado para reducir la medicación y lograr estabilizarla.

A pesar de trasladar a la Consejería esta propuesta, «hace caso omiso a esta demanda», y por su parte plantea como única opción derivarla a la Consejería de Educación, «para seguir por la peregrinación de centros educativos como hasta ahora». Una solución que califican de «aberrante para nuestra hija, pues en ninguno de ellos tienen los medios suficientes para poder hacerse cargo de ella y atenderla como necesita».

Denuncia pública

Por ello, quieren hacer pública «la nula respuesta de los Servicios Sanitarios y sobre todo la dejación de funciones por parte del Consejero de Sanidad» cuya respuesta dicen «es que no existe ningún recurso en nuestra Comunidad debido a la edad de la niña».

En la búsqueda de soluciones han descubierto que existen dos centros adecuados, uno en Santander, «cuyo coste no podemos soportar», aunque tiene convenio con diversas Comunidades Autónomas. Y otro centro en León, orientado para adultos pero en el que «podría hacerse una excepción para atender a nuestra hija». Estas dos alternativas fueron planteadas en las entrevistas mantenidas con la Administración pero rechazadas.

De este modo, Belén y Tato solicitan «la implicación de las Administraciones Públicas» para que den una respuesta adecuada para la situación que pasa su hija y dejen de «lavarse las manos».

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