[dropcap]J[/dropcap]ulia Navarro es ahora una de las grandes damas de la literatura de nuestro país, de hecho este martes estará a las 19.00 horas en la librería Santos Ochoa para hablar de ‘Tú no matarás’, pero antes ejerció de periodista. Fue una de las grandes del periodismo en la transición y no hemos querido pasar la oportunidad de preguntarle por esa época. «Estuve allí y viví la transición. Ha sido apasionante contar el paso de una dictadura a una democracia».
Se habla de la transición. Pero, ¿cuéntenos cómo la vivieron ustedes, los que estuvieron allí en presente?
En la transición, lo digo y no me canso de repetirlo, se hicieron las cosas razonablemente bien. Es muy fácil ahora decir lo que se tenía que haber hecho o dejado de hacer. En la transición se hizo lo que en ese momento los ciudadanos españoles quisieron que se hiciera. No fue fruto de una reunión de cuatro políticos en un despacho que tomaron decisiones, fue fruto de la decisión de los ciudadanos españoles que impulsaron esos cambios, el acabar con lo que habían significado los 40 años del franquismo y caminar hacia una sociedad democrática y libre. Eso fue la transición.
Eran muchos los agentes que estaban implicados en eses cambio…
Se hizo con el concurso de personas que habían sufrido años de cárcel, sin ellas no habría sido posible. Con el concurso del Partido Comunista de España, con muchos de sus líderes que habían sufrido lo indecible. Ahora, los que vienen a dar lecciones de lo que se tenía que haber hecho, no sé yo, si tienen de verdad la posibilidad de dar lecciones a personas como Marcelino Camacho, Simón Sánchez Montero, Pasionaria, Ramón Rubial y tantos otros que sufrieron en sus propias carnes lo que significó luchar por la libertad y la democracia. ¿Que hay un movimiento de personas que quieren cuestionar la transición? Están en su derecho. Cada persona vive el momento que le toca vivir y a toro pasado es muy fácil juzgar.
La manida frase de: ‘Habría que haberlo hecho de esta u otra forma’.
Se hizo lo que los ciudadanos en ese momento creyeron que había que hacer. La transición es un éxito. ¿Se podían haber hecho las cosas mejor? Sin duda, como en toda obra humana. Fuimos a elecciones democráticas, los ciudadanos votaron lo más conveniente; una Constitución en la que hemos cabido todos y en la que seguimos cabiendo todos. Hemos tenido los últimos 40 años con unas cuotas de democracia y de libertad equiparables a la de nuestros vecinos. No voy a estar entre los que ahora denostan, critican la transición y dan lecciones de lo que había que haber hecho.
¿Cree que nos falta diálogo? Porque en aquella época se hablaba.
En aquella época tampoco era fácil, se hizo con mucho esfuerzo. Tampoco fue todo idílico y que todo el mundo fuera bueno y se sentó en una mesa. A veces de la necesidad se hace virtud y eso fue lo que sucedió. ¿Que sería deseable que se hablara más? Desde luego. ¿Que sería deseable que los políticos en vez de ser tan cortoplacistas como son en estos momentos fueran capaces de tener una visión más global y pensaran más en los intereses generales que en los partidistas? ¡Ojalá! ¿Que nos escuchamos poco? También. ¿Que aquí cada uno solo quiere hablar con el que está al lado y que coincide con él y nadie está dispuestos a escuchar las razones del que está en frente? También. Creo que al final nos sumergimos en monólogos en vez de en diálogos.
Durante los años duros de la crisis se habló de que era una crisis económica, pero también de valores…
No estoy de acuerdo con la segunda parte. Ha sido una crisis económica brutal. Ha dejado a millones de personas fuera del sistema, les ha quitado sus proyectos de vida, sus esperanzas, les ha dejado en la cuneta. La crisis ha sido una de las más brutales que han existido. La crisis del 2008 tiene mucho que ver con un sistema en el que los políticos han perdido las riendas de la economía, olvidándose de que la economía tiene que estar al servicio de las personas y no al revés. Ha habido un capitalismo de casino virtual que ha permitido que al final el dinero sea, poco menos, que apuntes contables y cuando la burbuja estalla ha arrasado, ha sido un tsunami que se ha llevado por delante a millones de personas.
¿Qué hemos aprendido?
No tengo ni idea. Cada uno habrá aprendido lo que haya tenido que aprender. No puedo hablar en nombre de la humanidad. ¡Ojalá! Los gobernantes, los responsables públicos hayan tomado nota de lo que no deben de volver a permitir, de lo que no se debe de volver a hacer.
Su última novela transcurre entre la Guerra Civil y la transición. Época dura.
Mi novela es una reflexión sobre el peso de la conciencia, de personajes, en la que indago sobre la condición humana, que es lo que intento hacer en todos mis libros, está situada en un momento determinado, todos somos hijos del tiempo en el que nos toca vivir, y desde la Guerra Civil hasta la Transición en España. En ese espacio temporal, pero no aspiro a contar la historia. Lo que quiero contar es lo que le pasa a los personajes, qué sienten, por qué actúan, como actúan, porque todos somos hijos del tiempo en el que nos toca vivir.
*** Julia Navarro presenta este martes a las 19.00 horas en Santo Ochoa su último libro ‘Tú no matarás’