Con tanto trajín por aquí y por allí no ha tenido tiempo “El topillo” de realizar las pertinentes observaciones a las ocurrencias de un par de políticos -ambos del PP, qué le vamos a hacer- de esos que, incapaces de cambiar el chip, siguen insultando la inteligencia ajena como en los mejores/peores tiempos de dicho partido.
Uno de ellos es el orondo ex ministro de Cultura y IX barón de Claret, Iñigo Méndez de Vigo, quien el otro día se acercó a Palencia -todo un detalle por su parte- para despedirse de la provincia que, Mariano Rajoy mediante, le acogió como ilustre diputado cunero en las elecciones generales de 2015 y 2016. Todo un detalle si no fuera porque allí anunció como decisión propia su retirada de la política, afirmando que después de 30 años de servicio a la causa -buena parte de ellos desvelándose por todos nosotros en el Parlamento Europeo- y habiendo cumplido los 63, cree llegado el momento de reintegrarse a su puesto de letrado de las Cortes hasta el momento de su merecida jubilación.
Diríase que, pese a haber apoyado incondicionalmente a Soraya Sáenz de Santamaría, Méndez de Vigo ha declinado la oferta de Casado, quien al parecer se pirraba por que el barón siguiera sacrificándose por el partido y por España. Y no sé qué pensarán de lo de los 63 años egregios conmilitones como Jesús Posada y Juan José Lucas. El primero, a punto de cumplir los 74, se ha declarado a disposición del partido por si Génova no tiene recambio -que va a ser que sí- para encabezar la lista por Soria. El segundo, un mes más joven que Posada, tampoco ha dicho que piense retirarse, aunque sus posibilidades de renovar el escaño autonómico que ocupa en el Senado desde el año 2002 son mas bien remotas, sobre todo después de haber compartido con Méndez de Vigo la fracasada apuesta por Sáenz de Santamaría.
Incorregible “Pica”.- El otro es el inevitable Joseantonio de Santiago-Juárez, el vicepresidente único y a la sazón jefe de campaña de la candidata a la alcaldía de Valladolid y a su vez consejera de Economía y Facenda, Pilar del Olmo (en el gobierno zombi del presidente “pato cojo” todo lo anterior es posible y lo que todavía nos quedará por ver). Pues bien, el inefable “Pica” De Santiago ha aprovechado el fiasco de las primarias de Ciudadanos para meter el dedo en el ojo a dicho partido y particularmente a Pilar Vicente, la previsible rival naranja de su patrocinada en las elecciones municipales. Y ello desde unos pretendidos aires de superioridad moral, arrogándose una vez más el papel de paladín de la regeneración y la transparencia.
Pese a la infinidad de oportunidades de que ha dispuesto, no recuerda “El topillo” que De Santiago-Juárez haya pedido nunca explicaciones a sus muchos compañeros de partido, y de gobierno, salpicados o inmersos hasta las trancas en casos de corrupción. Por el contrario, sus manejos han estado orientados más bien a todo lo contrario, es decir, a procurar echar tierra sobre tan viscosos asuntos.
A modo de ejemplo, reseñaré que cuando el juez instructor del caso Perla Negra decidió imputar a media docena de cargos públicos de la Junta, nuestro personaje los reunió inmediatamente en el Colegio de la Asunción al objeto de concertar una estrategia común ante lo que se avecinaba, comenzando por proponerles que todos ellos aceptaran una misma dirección jurídica proporcionada por la Junta. Pero resultó que al menos uno le salió rana y contestó el ofrecimiento con un soberano corte de mangas.
Otro hecho que delató su actitud encubridora fue la contratación como asesora de la consejería de la Presidencia de la ex viceconsejera de Economía Begoña Hernández, hoy procesada en el caso. Cesada en el cargo al llegar a la consejería Del Olmo, Hernández encontró refugio en Presidencia, aunque no por mucho tiempo, ya que enseguida dio con la puerta giratoria de la consultora KPMG, a la que ella misma había encomendado en el pasado diversos trabajos. Incorregible ya a su provecta edad -tiene los 67 cumplidos, casi 32 de ellos desempeñando cargos públicos- a buen seguro que “Pica” seguirá brindándonos grandes tardes de aquí al 26 de mayo. Y si de él depende, también después. Aquí estaremos para contárselas.