[dropcap]C[/dropcap]uántas veces te dijo tu madre aquello de: ‘¿cómo me quite la zapatilla? Pues hoy en día le podría haber costado muy caro.
La Audiencia Provincial de Pontevedra, según informa La Voz de Galicia, ha condenado a una madre a dos meses de cárcel por darle dos bofetadas a su hijo de 10 años. El motivo de los guantazos fue que no se quería duchar.
Las dos cachetes le provocaron al niño una inflamación en la mejilla, por lo que precisó atención médica.
Al no tener antecedentes, la madre cumplirá su condena, realizando trabajos para la comunidad durante esos dos meses.
No queda aquí la sentencia. La progenitora tampoco podrá tener contacto con su hijo durante medio año.
Y por último, tendrá que pagar las costas del juicio.
La sentencia especifica: «La reprensión ante una eventual desobediencia de la menor nunca puede justificar el uso de la violencia que el acusado ejerció».