La Guardia Civil halló este jueves los cadáveres enterrados de una niña de cinco meses y un niño de tres años de edad, que desaparecieron después de que sus padres, que sufren un trastorno psíquico, mantuvieran una fuerte discusión. La madre ha sido detenida y el padre permanece como investigado.
Tras la discusión, que tuvo lugar en la casa en la que los padres y sus dos hijos viven de okupas en la localidad valenciana de Godella, la madre se marchó y fue encontrada horas después en un bidón.
Al irse dejó a los niños con el padre, pero ahora los pequeños no aparecían.
Los agentes trasladaron a la mujer de nacionalidad mexicana y a su pareja, belga, al cuartel para ser interrogados, pero no se mostraron colaboradores.
El padre llegó a decir que cayeron en la piscina, pero se vació el vaso y allí no estaban.
Un dispositivo en el que participan agentes, perros del servicio cinológico y un helicóptero buscan a los chiquillos.
Finalmente la mujer se derrumbó y confesó dónde los había enterrado.