La fábrica de obleas Pan de Ángel, de Cipérez, está construyendo una nave a las afueras del pueblo para albergar un nuevo centro de producción.
Esta planta, que también permanecerá en funcionamiento las 24 horas del día en tres turnos, dará una veintena de empleos y estará operativa a finales de año, según explica Fabián Martín padre, el artífice del imperio de las obleas.
Con esta planta se liquidaría la bolsa de parados de la localidad, que se ha caracterizado por tener pleno empleo hasta que llegó la crisis. No es porque se destruyeran empleos en el pueblo, que no ha sido el caso, sino porque ha llegado gente atraída por la bonanza de la localidad, donde cuatro empresas generan medio centenar de empleos estables en una localidad de poco más de 300 habitantes.
Una empresa navarra se está encargando de la construcción de la nueva fábrica, con piezas modulares y totalmente lavables.
En la actualidad, las obleas Pan de Ángel se venden en las principales grandes superficies, en varios países y, por supuesto, en numerosos pequeños comercios de la provincia y de otras partes de España.
Fabián Martín y detrás, los obreros en las obras de la nueva fábrica.