Las deudas, principal motivo para renunciar a la herencia en la región

Las renuncias triplican a las que había hace diez años
herencias
Hermanos, tíos y sobrinos pagarán un 45% por heredar

Las renuncias a herencias siguen creciendo en Castilla y León pese a la aparente recuperación económica. Los datos facilitados a Ical, por el Consejo General del Notariado, revelan que el año pasado, los castellanos y leoneses rechazaron 2.714 herencias de un total de 26.140, lo que representa el 10,4 por ciento del total. Una cifra que triplica a las 917 herencias a las que renunciaron en 2008, hace una década, cuando apenas representaron el cuatro por ciento de las 22.977 registradas.

 

El número de herencias a las que renunciaron los habitantes de la Comunidad, el año pasado, se elevaron respecto a las 2.630 de 2017, cuando supusieron el 10,3 por ciento del global contabilizado, 25.532.

El decano del Colegio Notarial de Castilla y León, José Ángel Tahoces, destacó a Ical, que el porcentaje de renuncias a herencias sobre el total “se sigue incrementando algo”, lo que está relacionado “directamente con la crisis económica, que fue muy importante” y muchas personas no se lograron recuperar antes de fallecer. Así, los que la padecieron de forma importante, dejaron “una situación mala, de deuda”, lo que sigue siendo la causa más importante de las renuncias.

José Ángel Tahoces remachó que la recesión constituyó un “auténtico ‘crack’ económico, una crisis intensísima” de la que muchas personas “aún no se han recuperado”. A pesar de todo, afirmó que desde el Colegio Notarial están observando que la situación “está claramente mejorando”, aunque en Castilla y León “a lo mejor el efecto va con un poco más de retraso en relación a otras zonas más dinámicas, como Madrid o las de costa”. “En todo casto se nota un repunte importante de la actividad en los despachos notariales; no estamos como hace cuatro o cinco años”, resumió.

Tahoces insistió en que las renuncias responden fundamentalmente a que en el caudal hereditario, las deudas suelen superar al activo, aunque también se pueden producir, por la pura liberalidad de algún heredero, que quiere que los beneficiarios sean otro.

Asimismo, apuntó también al tema fiscal como posible causa a la renuncia a una herencia, sobre todo en el caso de herederos colaterales, porque los directos tiene una bonificación en Castilla y León hasta los 400.000 euros. “Cuando el heredero es colateral, como sobrinos o tíos, el impuesto se agrava, y si no hay liquidez suficiente en la herencia o inmuebles sin rendimientos, ante el problema que va a generar se renuncia.

En este contexto, Tahoces puso en evidencia que la renuncia se produce porque la herencia no resulta atractiva, pero cuando no lo es para un posible heredero tampoco lo suele ser para el Estado o la administración. Así, razonó que “igual debería ser más atractivo” que se la puedan quedar reduciendo la presión fiscal en todos los niveles.

Este notario constató que lo más lógico desde el punto de vista jurídico sería emplear la figura del beneficio inventario, que se reguló en 2015 y que supone que solo se responde de las deudas hereditarias hasta donde lleguen los bienes de la heredad. “Los notarios lo aconsejamos”, dijo, porque permite una sucesión ordenada y eludir la responsabilidad de la deuda sobre bienes propios del heredero, aunque “conlleva más trámites y otros costes”. “Renunciar es más simple pero se puede trasladar el problema a otros”, aseveró.

Abintestato

Por otra parte, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas asumió 20 herencias durante el pasado año en Castilla y León, de personas fallecidas sin testamento, jurídicamente denominado abistestato, y sin posibilidad de señalar herederos legales. La suma de los caudales líquidos sin legatario asumidos por el Gobierno ascendió en ese periodo a 2,35 millones de euros.

Los datos facilitados a Ical, por el departamento que dirige María Jesús Montero, revelan que el número de herencias absorbidas por Hacienda, el año pasado, fueron dos en Burgos, por 292.626 euros; y tres en Palencia, por 96.977. Asimismo, el Gobierno, se quedó con cuatro en Salamanca, por un importe líquido de 837.569 euros; y con una en Segovia, por 65.485. Además, se benefició de otras cuatro en la provincia de Soria, cuya cuantía ascendía a 514.083 euros, así como con seis en Valladolid, que le reportaron ingresos por 550.121 euros líquidos.

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