Los docentes españoles se enfrentan a diario a situaciones de violencia, insultos, amenazas o problemas graves de disciplina en el aula, tal y como constata la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) a través de su servicio CSIF Ayuda Profes, por el que presta apoyo especializado a los profesionales que sufren este tipo de situaciones.
Tras dieciséis meses desde su lanzamiento (el equivalente a 233 días lectivos), un total de 1.130 docentes se han puesto en contacto con el servicio, de los cuales, 630 han precisado de atención profesional de nuestros equipos de atención psicológica, pedagógica o jurídico.
De estos últimos, el 64 por ciento tienen que ver con problemas de violencia hacia el profesorado y problemas graves de disciplina. Dicho de otra manera, CSIF recibe dos consultas diarias por este tipo de situaciones, la mayoría de ellas (62 por ciento) por parte de mujeres. Este dato no solo se debe a la mayor presencia de mujeres en este sector, sino también a su mayor vulnerabilidad ante este tipo de conductas.
Según los datos recabados, un 31 por ciento de los casos se dan en Educación Infantil y Primaria (un dato preocupante teniendo en cuenta las edades tempranas en las que se producen este tipo de situaciones); un 57 por ciento en Educación Secundaria; y el 12 por ciento restante en la Universidad.
Maltrato verbal, insultos, vejaciones, burlas, respuestas airadas cuando los docentes les recriminan actitudes disruptivas, amenazas y agresiones físicas.
CSIF también ha detectado casos de amenazas, insultos y agresiones a los docentes por parte de las familias. Destacamos asimismo situaciones de insultos, menosprecios o difamaciones a través de grupos de WhatsApp y otras redes sociales, donde se pone en entredicho su profesionalidad y honorabilidad, haciendo correr falsos rumores o comentarios sesgados sobre su labor profesional.
En el apartado de problemas graves en el aula se incluyen los problemas de disciplina y actitudes que provocan la interrupción brusca de la clase, de baja y media intensidad, pero que se repiten de forma reiterada y constante. Se trata de alumnos que se niegan a trabajar, no traen los materiales didácticos, se levantan sin permiso, distraen a sus compañeros, no paran de hablar aunque se les recrimine por ello, dan pequeños golpes o collejas a sus compañeros, les esconden el material, etcétera. En este sentido, constatamos una falta de motivación importante por parte de algunos alumnos y una falta de respuesta de sus familias cuando se trata de buscar su apoyo para corregir estas actitudes.
CSIF alerta sobre las consultas recibidas por posibles casos de acoso escolar grave. En este sentido, percibimos una necesidad de formación específica a los docentes para identificar de manera adecuada este tipo de situaciones. La administración en muchos casos deja solos a los docentes, sin facilitarles el apoyo necesario, mientras que la mayoría de las Comunidades Autónomas aún no han desarrollado protocolos específicos.
Cuando CSIF puso en marcha su servicio CSIF ayuda presentamos un estudio según el cual el 90 por ciento del personal encuestado (sobre un total de 2.000 cuestionarios en todas las Comunidades Autónomas) reconocía convivir con situaciones de violencia en los centros.
Las situaciones de violencias más habituales se que describían son peleas, insultos y vejaciones entre compañeros y compañeras, vandalismo y destrozo del material escolar, violencia psicológica, episodios y conflictos con un componente racista y enfrentamientos a través de redes sociales, como WhatsApp.