Los partidos políticos salmantinos iniciaron en la medianoche del jueves al viernes la campaña para las elecciones generales del 28 de abril.
Una campaña mercada por la división de la derecha, con tres partidos en liza, y la incógnita de cuánta cuota de electorado conseguirá Vox a costa del PP.
Por primera vez la derecha aparece con tres opciones con posibilidades de contar con presencia parlamentaria significativa.
El PP acude a la cita expectante para medir el alcance de su deterioro y la pérdida de escaños, mientras que Cs parece que mejorará sus resultados de 2016, a pesar de que en las últimas semanas aparece algo desdibujado sobre todo, tras el pucherazo de Castilla y León.
Por la izquierda, el PSOE va lanzado en las encuestas, pero la debilidad de Podemos le impediría formar gobierno solo con el apoyo de la formación de Pablo Iglesias, por lo que Pedro Sánchez apela a la participación y al voto útil de la izquierda concentrado en el PSOE para no tener que depender de nuevo de partidos nacionalistas.
El panorama en Salamanca no parece que vaya a cambiar en exceso. Lo más probable es que el PP pierda uno de los tres escaños que logró en 2015, mientras que el PSOE obtendría uno y el segundo estaría en disputa con Vox, a cuyo candidato conocemos solo por el nombre porque no se ha dejado ni ver por Salamanca.