[dropcap]L[/dropcap]a semana pasada publicamos la primera entrega de este artículo sobre energías renovables. Y sucesivamente vimos referencias al negacionismo al cambio climático, al Acuerdo de París de 2015, y al VI Informe del IPCC sobre calentamiento global.
Hoy seguimos con el tema, viendo los acuerdos de la UE sobre recorte de emisiones de GEI, transición energética en España y avances en la energía fotovoltaica. Para terminar con las disponibilidades de agua en España de cara a una mayor agricultura de regadío, con agua movida por kilowatios fotovoltaicos.
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Acuerdos de la UE para 2030 y 2050
El hecho es que tras largas y complejas negociaciones, la UE ya tiene ajustados, y acordados, los objetivos de recorte en cuanto a GEI, para 2030 y 2050. En lo cual parece haber prosperado el criterio más razonable, sin planteamientos apresurados y radicales, que luego podrían haber revelado cualquier clase de problemas en su cumplimiento. Claro que ahí está la clave de todo: si los compromisos se irán cumpliendo, o si incluso habrá que revisarlos para hacerlos más efectivos en menos tiempo, por lo muy acuciante de los problemas a que nos enfrentamos.
Lo que se ha decidido sobre emisiones de GEI, en millones de toneladas equivalentes a CO2, es bajarlas en un 40 por 100 para 2030, de modo que de 5.716 millones de toneladas de 1990, se pasará a no más de 2.030 en 2030 en todos los países de la UE. Debiendo recordarse al respecto que el total mundial puede estar actualmente ya algo por encima de 40.000 millones de toneladas anuales, con China y EE.UU. a la cabeza.
En cuanto a generación de energía renovable (eólica, solar, maremotriz, biomasa, etc.), se pasará del 9 por 100 en 2005 y 17,4 en 2017, al 32 en 2030, en lo que se refiere al balance energético de electricidad.
Por otra parte, en 2019 ya se ha entrado a fondo en el sector transporte, que hasta ahora estaba prácticamente en un limbo de control. Precisamente por la falta de propósitos bien definidos, que ahora ya se determinan con claridad. De manera que, en automóviles se irá de -37,5 por 100 de emisiones en 2030 respecto a 2021 (la base a determinar, con toda la exactitud posible se fija para sólo dentro de tres años). Con recortes también del 31 por 100 para furgonetas; y del 30 para camiones.
Las metas para 2050 está previsto que lleven a una situación de emisiones cero de GEI, un objetivo contundente. Que se supone servirá de ejemplo para todo el resto del mundo, de los firmantes y ratificadores del Acuerdo de París de 2015. En ese sentido, las inversiones podrán calcularse, a base de cronogramas efectivos para todas y cada una de las empresas generadoras de GEI.
6. La transición energética en España
España, se espera, tendrá su hoja de ruta en la Ley de Cambio Climático y en el Plan Anejo, que la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, previó presentar “para las Navidades de 2018”. Y que por el momento no tiene plazo concreto, por la disolución de las Cortes para elecciones generales del 28 de abril de 2019.
El referido Plan Anejo será el resultado de un estudio muy complejo y muy detallado. Previéndose, primero, el cierre de las minas de carbón (oficialmente canceladas al 31 de diciembre de 2018), y posteriormente las centrales termoeléctricas, las de ciclo combinado de gas natural. Con un acuerdo ya para las nucleares en marzo de 2018.
Los directivos de Iberdrola, Endesa y Naturgy, compañías propietarias de la central nuclear de Almaraz, alcanzaron un acuerdo para prolongar la vida útil de esa planta hasta 2028. El acuerdo fue refrendado el 22.III.2019 por la asamblea de socios de Almaraz.
Las asambleas de propietarios de las centrales tarraconenses de Vandellós II (Endesa 72% e Iberdrola 28%) y de Ascó II (Endesa 85% e Iberdrola 15%) acordaron también pedir la renovación de los permisos de ambas plantas por un periodo de diez años, que les permitirán operarlas hasta 2030 y 2031 (véase gráfico para las demás nucleares).
7. Avances en la energía fotovoltaica
De lo que no cabe duda es que dentro de las renovables, las fotovoltaicas están ganando la batalla. Primero de todo porque el sol, en medidas humanas, es inagotable, y luce todos los días. Segundo, porque el aprovechamiento de los paneles solares y otros mecanismos, presenta rendimientos crecientes, a veces espectaculares. Tercero, porque en un país como España, con niveles de insolación prácticamente en lo más alto, las oportunidades de inversión serán muy notables. Lo cual requiere una atención muy especial a los progresos tecnológicos y a los sistemas de entrada de la energía en la red nacional, con una expansión previsiblemente muy grande del autoconsumo, ya sin el impuesto al sol.
Cuando se inaugure la mayor granja solar sin subsidios del Reino Unido a finales de este año, habrá algo un poco diferente en sus paneles: a diferencia de los tradicionales que absorben energía por un solo lado, estos paneles absorberán la luz solar por ambos lados.
La nueva granja solar en York, desarrollada por Gridserve, utiliza módulos “bifaciales”, tecnología que se ha convertido en una de las tendencias de mayor crecimiento en la energía solar, porque ayuda a los paneles solares a generar más electricidad.
La planta, de 35 megavatios, generará suficiente energía para 10.000 hogares. “Los paneles bifaciales son una obviedad”, dice Toddington Harper, director ejecutivo de Gridserve. “En nuestra opinión, serán el panel de elección para el mercado a escala de servicios públicos”. Estima que la granja solar generará un 20 por 100 más de energía, debido a su combinación de paneles solares bifaciales y rastreadores que permiten a cada panel seguir el sol, en comparación con los tradicionales paneles fotovoltaicos estáticos.
La energía solar se convertirá en la mayor fuente de electricidad del mundo: es más grande que el viento, el gas o el carbón en términos de nueva capacidad instalada cada año, según S&P Global. En 2018, se invirtieron aproximadamente 131 mil millones de dólares en energía solar, a pesar de la disminución de los subsidios del gobierno, según BloombergNEF.
8. Disponibilidades de agua en España
Pasamos ahora al segundo tema principal de este artículo, que son las cuestiones del epígrafe. Un tema en el que van a ser fundamentales las renovables para el regadío a fin de mover el agua con energía solar.
Según el Instituto Geográfico Nacional, tenemos unas precipitaciones medias de 800 litros por m2 y año. Lo cual, con una densidad de población que no llega a 100 personas por km2, significa que hay agua para todos. Pero con problemas de distribución que ya se apreciaron en el siglo XX, por el Ingeniero Manuel Lorenzo Pardo, que definió la descompensación hidrográfica de España. Lo que en román paladino significa que hay muchos más recursos hídricos en la vertiente atlántica, frente a la mediterránea, con mejor clima para la producción agraria y mayor productividad por el clima en la segunda.
Lorenzo Pardo, de hecho fue el creador de las Confederaciones Hidrográficas, que hoy toman en consideración la totalidad del ámbito de los mayores ríos españoles como el Ebro, Duero, Tajo, el Guadiana etc. Debiendo recordarse que esas confederaciones, fueron gran invento español, estudiado en los orígenes de la Tennessee Valley Authority, dirigida por David Lilienthal, que envió ingenieros a Zaragoza en 1933, cuando recibió el encargo de abordar los problemas de la cuenca del río Tennessee dentro del New Deal de Franklin D. Roosevelt. Además, Lorenzo Pardo propuso el trasvase Tajo/Segura, que se abordó en el Plan de Obras Hidráulicas de 1933, en la Segunda Republica cuando Indalecio Prieto era ministro de obras publicas. Después, por los avatares políticos (guerra civil 1936/39) no se iniciaron por entonces las obras del trasvase que, finalmente, se hicieron en los últimos años 60 y primeros 70 del siglo XXI.
Ese trasvase es una obra considerable, con una cuota de transferencia de agua de hasta 600Hm3/año. Si bien es cierto que en la los últimos tiempos, no se pasó de una cesión de más de 400 millones de Hm3/año, pues la cabecera del Tajo tiene precipitaciones que no permiten transportar más agua al sur y levante, por razones políticas y ecológicas.
En cualquier caso, las aguas que se transportan a Murcia, se aprovechan al máximo, con alto rendimientos en cultivos en general de alta intensidad, incluyendo los invernaderos y cultivos bajo plástico. Como también ha contribuido a desarrollos turísticos, que de otra manera hubieran sido imposibles
En los tiempos de sequías más prolongadas, ha habido conflictos de entre las comunidades de Castilla La Mancha, y las de Valencia, Murcia y Andalucía (Almería). Por lo cual, deben subrayarse que las aguas pertenecen a la nación. Aunque lo cierto es que por razones económicas y sociales, a veces calificadas de insolidaridad, hay graves pugnas por la efectiva disponibilidad de agua. Con un ambiente en el que hablar de trasvases es concitar protestas en cualquier lugar de España, a veces con poco sentido cómo se ve, a continuación con el caso del Ebro.
Seguiremos el próximo jueves, 18 de abril, con la tercera y última entrega del artículo sobre renovables y desarrollo de la España de regadío.
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