[dropcap]H[/dropcap]ace casi cinco siglos, los estudiantes y los salmantinos esperaban a las prostitutas, que un jovencísimo Felipe II había expulsado de la ciudad durante la Cuaresma y la Semana Santa. Las meretrices no se habían ido muy lejos, estaban al otro lado del río Tormes.
Ocho días después de Resurrección, las rameras regresaban a la ciudad amurallada guiadas por el Padre Putas, los estudiantes y salmantinos las esperaban merendando y con una gran fiesta.
De aquella tradición, hoy en día solo han quedado tres componentes: los estudiantes, el río Tormes y la fiesta.
Este Lunes de Aguas el Puente Romano y sus aledaños era un hervidero, una gigantesca fiesta donde los estudiantes se lo estaban pasando en grande. Guitarras, cánticos, merienda, bebida y un gran ambiente el que se vive alrededor de este Puente, que hace cinco siglos también albergó a sus homólogos cuando iban a esperar a las busconas.
Los agentes de la Policía Local y Nacional que velan porque la fiesta se desarrolle sin ningún incidente y que sólo se recuerde el buen ambiente estiman que disfrutarán del fiestón más de seis mil jóvenes.
Los turistas preguntaban qué fiesta se celebraba y sacaban sus cámaras de fotos para inmortalizar una celebración, que en otros lugares se conoce como las meriendas de la primavera.
GALERÍA DE FOTOS. Lunes de Aguas en el Puente Romano