A tiro de piedra las elecciones municipales y autonómicas -también las hay europeas, pero esa harina es de otro costal- “El topillo” no podía resistirse a tomar prestada una calculadora y echar cuentas sobre lo que puede pasar en las próximas Cortes de Castilla y León.
Ya se sabe y blablabla que ninguna elección es extrapolable a otra y que cambian determinadas circunstancias -verbigracia la coincidencia de las elecciones municipales y el factor arrastre (o, en su caso, lastre) de los y las alcaldables sobre el voto autonómico- pero, descontado eso, tampoco la gente va a ser tan veleta de cambiar en tres semanas masivamente el sentido de su voto. De modo y manera que los resultados del 28 de abril constituyen un claro referente de cara a determinar lo que pueden deparar las urnas el próximo 26 de mayo.
De acuerdo con los porcentajes de voto registrados ayer por las principales fuerzas políticas, el PSOE, la fuerza más votada en 7 de las 9 provincias, con una horquilla que va del 32,75 por ciento en León al 25,9 en Ávila, se adjudicaría un total de 28 de los 81 escaños de que consta el próximo hemiciclo de las Cortes. Contaría con cinco procuradores por León, cuatro por Valladolid y Burgos, tres por Salamanca, Zamora y Palencia y dos por Segovia, Ávila y Soria. En conjunto serían tres más de los conseguidos en 2015.
El PP, primera fuerza política tan solo en Ávila y Salamanca, conservaría únicamente 24 de los 42 escaños con los que ha contado en la última legislatura, ello consecuencia de haber caído una media de casi 18 puntos en el conjunto de la comunidad. Su mejor porcentaje lo mantiene en Ávila, con un 31,4, y su peor registro lo marca Valladolid (23,34) seguida de León (23,53). Se quedaría con 4 escaños en Valladolid (tenía 7), tres en León, Burgos, Salamanca y Ávila, y dos en Zamora, Palencia, Segovia y Soria, si bien en esta provincia su segundo escaño puede haberse amenazado por la progresión de la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO).
Ciudadanos registraría un crecimiento espectacular, pasando de cinco a 14 procuradores. Con unos porcentajes que superan ligeramente el 20 por ciento en Salamanca y Valladolid y tienen su cota mas baja en Palencia (15,87), obtendría tres escaños por la circunscripción vallisoletana, dos por León, Burgos y Salamanca y uno por cada una de las cinco provincias restantes.
Pese a que solo se ha adjudicado un diputado por Castilla y León en las elecciones de ayer, de mantener el mismo porcentaje de voto en las del 26 de mayo, Vox irrumpiría con fuerza en las Cortes de Castilla y León, donde contaría con 9 procuradores, dos de ellos por Valladolid y uno por cada una de las otras ocho provincias con la excepción de Soria, la única en la que no obtendría representación. Vox ha obtenido su mejor porcentaje en Ávila (14,36), seguido muy de cerca por Valladolid (13,67), y tan solo ha perdido la cota del 10 por ciento en Soria (9,34).
La mayor dificultad para en este ejercicio de extrapolación radica en el hecho de que Podemos e IU comparecen por separado a las próximas elecciones autonómicas y municipales. Con los resultados de las elecciones de ayer, mantendrían seis de los 11 escaños (10 de Podemos y uno de IU) con los que han contado en esta legislatura. En concreto obtendrían dos escaños en Valladolid y León y uno en Burgos y Salamanca. Pero al presentarse por separado lo más probable es que ese número de procuradores se reduzca a tres o cuatro, de forma que el resto, regla D´Hont mediante, acabará engrosando la cosecha de alguna de las otras fuerzas en liza.
Y el otro factor a tener en cuenta es que la Unión del Pueblo Leonés, que no se presenta a las elecciones generales, históricamente ha tenido siempre como mínimo un procurador por León que a costa de alguien tendrá que ser. En todo caso, se confirma que Ciudadanos tendrá la llave de la Junta de Castilla y León y que PP y Vox quedan muy lejos de sumar los 41 escaños que marcan la mayoría absoluta en las próximas Cortes. A partir de hoy “alea jacta est”.