Un terrible error del empleado de una funeraria de Vigo ha generado un desgraciado suceso.
El trabajador se equivocó y recogió en el hospital Nicolás Peña un cadáver para entregárselo a su familia para incinerarlo.
No cayó en la cuenta de que el cuerpo que se iba a quemar ya estaba en el tanatorio, y recogió en el hospital Nicolás Peña el de un trabajador portugués que había muerto en un accidente laboral en la localidad de Tui. No comprobó su identidad ni los efectos personales que le dieron, y lo llevó al tanatorio entregándoselo a la familia de un hombre de Vigo que había muerto y que era el que se tenía que incinerar.
Quemaron el cadáver del trabajador portugués y luego se comprobó que había sido un error, porque el hombre de Vigo fallecido ya estaba desde el principio en el tanatorio sin que los de la funeraria se percataran de la confusión.