[dropcap]L[/dropcap]levaba un año muerto y nadie lo había echado de menos. El hombre que vivía en Puente de Vallecas, Madrid, hacía poca vida social y tenía poco trato con los vecinos, por lo que ninguno lo echó en falta, es más pensaron que se había ido a una casa que tenía en la sierra.
La casualidad quiso que una familia de okupas se interesara por la vivienda, que ellos sí, habían visto que llevaba mucho tiempo ‘vacía’, y quisieron acceder.
Los vecinos se movilizaron y llamaron a la Policía Nacional. Primero intentaron entrar, más tarde al ver que nadie localizaba al propietario, vinieron los bomberos y comprobaron que el piso estaba repleto de basura, al parecer el hombre tenía síndrome de diógenes.
Al final, pudieron localizar a una familiar de la víctima, quién llevaba mucho tiempo preocupada, incluso había llamado a emergencias y a la Policía Local, y no había dado con el paradero de su pariente.
La Policía accedió al interior y allí encontraron al hombre sentado en una silla. Muerto desde hacía meses.