[dropcap]E[/dropcap]sta semana dale jugo a tu práctica, hablaremos de Virabhadrãsana II.
Su nombre proviene de la mitología hindú, era el nombre de un guerrero. Virabhadrãsana II es una de las tres posturas dedicadas a este guerrero. Y así para empezar te digo que es una postura que incrementa tu energía vital. Da fuerza y esa energía que luego vas a necesitar en tu yoga cotidiano, es decir, en la vida fuera de la esterilla. Descubramos la belleza de la sencillez en esta ãsana.
Es una ãsana de esas que te empoderan y sientes que, como dice la película, la fuerza te acompaña. En ella podemos sentir el equilibrio entre la fuerza y la dulzura. Queremos mirar bien firmes hacia nuestro momento vital, pero a la vez queremos ser flexibles como el bambú para llegar a eso que queremos.
Virabhadrãsana II es una ãsana de la familia de las posturas de pie, así que te enraíza bien a tu estar presente. Muchas veces veo como los alumnos se sienten con determinación en esta postura. Será por la fuerza de las piernas, por el corazón bien abierto o por la mirada hacia el dedo medio de tu mano… Guerreros y guerreras hacia vuestro objetivo, esta es vuestra ãsana.
A nivel físico, esta postura hace que llegue más fácilmente la sangre a nuestro sistema reproductor en ambos sexos y que todo tu cuerpo se tonifique. Así que te animo a conocer tu cuerpo y cosechar los beneficios de esta ãsana.
La postura del guerrero es una de las más conocidas en yoga, y te sientes realmente en la belleza cuando respiras y te concentras en estar aquí. Como indicaciones, tus caderas deben mirar hacia el frente del cuerpo, tu rodilla no sobrepasar el tobillo y tus hombros estar muy relajados.
Beneficios para ti con virabhadrãsana II:
- Tonifica abdominales, hombros y espalda.
- Pone bien firmes tus muslos y brazos.
- Aumenta tu capacidad de concentración y atención.
- Te aporta seguridad en tus decisiones.
- Incrementa tu valentía.
- Fortalece tus glúteos.
- Mejora la coordinación de tu cuerpo.
- Te ayuda a deshacerte del estrés.
- Desarrolla tu elasticidad.
La clave de esta postura es común a las demás: ¡practica, practica, practica!
Ten un buen día y cuida tu energía.