Al menos cinco alpinistas han muerto esta semana en el gran atasco que se ha formado en la cima del Everest esta semana.
Más de 200 montañeros hacían cola el jueves y viernes para hacer cumbre, atascados en un estrecho pasado de la ladre a cine metros de la cumbre de la cima del mundo.
La gran afluencia de deportistas ávidos de alcanzar el punto más alto del planeta se debe a que dentro de una semana empeorarán las condiciones meteorológicas y había que darse prisa ahora para poner fin a las expediciones.
Un atasco de estas características, con varias horas de espera puede ser muy peligrosos, no solo por las características de la ladera, sino porque los que dependen de la botella de oxígeno a esa altitud pueden quedarse sin él en el descenso y si tienen que hacer noche.