Sanidad va a endurecer el control sobre la venta de ibuprofeno y paracetamol, concretamente los envases de 600 miligramos en el caso del ibuprofeno y de 1 gramo en el segundo, que ya no se podrán dispensar sin receta. Los farmacéuticos que lo hagan se exponen a duras multas.
En realidad esos dos envases ya no se podían vender sin receta desde 2015, pero en la práctica ambos fármacos se han hecho tan populares y se venden tanto que los controles saltaron por los aires.
A partir de ahora se realizarán más inspecciones y se pondrá un código de barras específico para cada caja y una pegatina que garantiza la inviolabilidad de cada envase.
Así se tendrá un mayor control de las ventas de esos medicamentos. Si los inspectores detectan incumplimientos pueden sancionar a los farmacéuticos con multas de entre 30.000 y 90.000 euros.
Quedan fuera de la obligación de venderse con receta el Ibuprofeno de 400 miligramos y, en el caso del Paracetamol, de 650/500 miligramos.