Un joven de 22 años ha muerto electrocutado con su propio teléfono móvil por utilizarlo mientras se estaba cargando.
El chico estaba muerto en su apartamento de una ciudad tailandesa, donde lo encontró su madre que acudió al ver que se retrasaba y no acudía a ayudarla al puesto de verduras que tiene en un mercado.
Al entrar vio al chico sin vida tendido en el suelo y con el móvil, que estaba conectado a la corriente para cargarse, en su mano izquierda, mientras que el dedo índice de la derecha se había separado del cuerpo tras recibir una potente descarga eléctrica.
Cuando la madre del chico descubrió lo sucedido el muchacho ya llevaba entre tres y cinco horas fallecido.