Un niño de dos años ha muerto tras sufrir el ataque de un leopardo en el parque nacional de Kruger, ubicado en Sudáfrica.
El felino consiguió acceder a una zona reservada para las viviendas de los empleados del parque y sus familiares, donde estaba el pequeño, que es hijo de un trabajador.
El leopardo acabó con la vida del niño y los empleados del parque salieron luego a cazarlo para evitar que repitiera en otra ocasión algo parecido, porque según el director del parque, las fieras en ocasiones se acostumbran a los humanos (ese parque recibe 1,5 millones de visitas al año), pierden el miedo y atacan, como en este caso.
En el Kruger hay 19.000 animales, entre ellos mil leopardos.