El alcalde de Tenebrón está orgulloso de sus vecinos e invita a los visitantes a que acudan estos días al municipio para que disfruten de las fiestas patronales en honor a San Ceferino
Lleva casi 30 años como alcalde de Tenebrón. ¿Qué balance hace?
Hemos dotado a Tenebrón de frontón, gimnasio, salones, piscina, arreglo de calles, tanatorio, corrales para los ganaderos, báscula, la pista polideportiva. El mejor balance que puedo hacer es que hemos mirado mucho por el pueblo y seguimos haciéndolo. Ha sido mi máxima en estos 28 años como alcalde. Estoy muy contento con los vecinos de mi pueblo y creo que ellos conmigo también.
¿Hay mucha diferencia de cuándo comenzó en el Ayuntamiento a lo que son ahora?
¡Muchísimo! No tiene nada que ver. Cuando entré comencé a solicitar subvenciones y ayudas y era relativamente fácil que te las concedieran presentando proyectos, pero había que trabajar mucho, hacer muchos viajes a Salamanca y llamar a muchas puertas.
¿De qué se siente especialmente orgulloso?
Del médico. Me explico: Por territorio, nos correspondían las urgencias de Tamames y luché con uñas y dientes para que nos trasladaran a Ciudad Rodrigo. Y lo conseguí. Fue un trabajo enorme el que realizamos el secretario de entonces y yo. Y otra cosa de la que estoy orgulloso es de haber traído el agua que viene de un manantial al peso.
Ha hablado del médico. ¿Cómo están atendidos?
Lo que estipula la Ley por el número de cartillas. Viene dos veces por semana.
¿Tiene alguna necesidad Tenebrón?
¡Hombre! Si hablamos de necesidades, tiene muchas (risas), pero hay algunas que son inviables. Una residencia de ancianos estaría bien, pero no tenemos público para que sea rentable, pero quizá vendrían personas de otros pueblos y sería viable. No lo sé. Lo que sí es una realidad es que vamos a hacer una calle, la de la Iglesia, nueva. Las obras comenzarán a finales de septiembre más o menos. Y también quiero ayudar a los ganaderos. Le vamos a ceder unas hectáreas municipales que tenemos para que las exploten.
¿El sueño del alcalde sería que volviera a abrirse la escuela?
¡Qué hubiera jóvenes! Y por supuesto, niños, que son la alegría de cualquier pueblo.
Falta menos de un año para las elecciones municipales. ¿Tiene fuerza para volver a presentarse?
Sí, porque de ayudarle a los vecinos no se cansa uno nunca.
¿Cómo están las cuentas del Ayuntamiento de Tenebrón?
Saneadas. Nosotros ahorramos todo lo que podemos, pero dándole servicios que mejoran la calidad de vida de sus vecinos. Las cuentas están a tope. (risas)
¿Y a tope también están las fiestas de San Ceferino?
Dentro de nuestras posibilidades sí, porque creo que tenemos un programa que está pensado para todos los públicos. Hay música todos los días, el lunes se lo hemos dedicado a los niños, tenemos convite y merienda campestre para todos los vecinos, bailes y disfraces. Me piden que pongamos vaquillas, pero es que son muy caras, vale más de 6.000 euros y creo que este Ayuntamiento no se lo puede permitir, porque somos un pueblo muy pequeño, con otro tipo de necesidades cotidianas.