El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, reconoció este viernes que sus votantes se puedan sentir “decepcionados” o puedan estar “cabreados” con el acuerdo con el PP, cuando ha prometido cambio, pero antepuso ese estado a las políticas que se apliquen en estos cuatro años en la Comunidad.
Durante la presentación y firma del acuerdo de gobierno de Castilla y León con el popular Alfonso Fernández Mañueco, que de cerrarse finalmente será investido presidente de la Junta, Igea puso en valor la política para mejorar la vida de la gente sobre la “vanidad” de los políticos.
En todo momento, recalcó que “lo importante” es que el programa se lleve a cabo, en caso de que se forme un Gobierno conjunto con el PP, pendiente de la negociación de los próximos días, donde reconoció que el “sí condicional tiene un tamaño medio”.
Igea, ante el pacto con el PP, recordó que la dirección nacional decidió que este partido fuera socio preferente y subrayó que él como miembro de la dirección nacional apoyó la política de pactos de su partido. En esa posición, criticó que el PSOE vote con nacionalistas y con EH Bildu.
“Pienso en el interés general del país más allá de Castilla y León”, argumentó en relación a la política de pactos de Cs y rechazó la “política de trincheras” a la que antepuso el diálogo y el acuerdo, argumentos con los que afirmó que se responderá a la crítica.
Igea declinó entrar en “política de ficción”, en relación a que sí hubiera dependido de él habría pactado con el PSOE, y reiteró que él votó en la dirección del partido a favor de la política de pactos que se fijó.
Por otro lado, rechazó expresar “vetos a personas” sobre la limitación de mandatos que defendió como un elemento de lucha contra la corrupción, el clientelismo en las administraciones y la profesionalización de la política.