La crisis se ha llevado por delante el 16% del tejido empresarial de Salamanca, pero en 2014 ha comenzado a recuperarse por primera vez desde que la economía entró en recesión.
En los últimos años la economía salmantina ha sufrido una verdadera sangría con cierres continuos de empresas, sobre todo desde 2011, año en el que el parque empresarial de la provincia alcanzó su máximo apogeo con 11.395 empresas cotizantes, según los datos de la Seguridad Social.
Desde entonces comenzó a menguar progresivamente hasta que en diciembre de 2013 se registraron 9.572 empresas, 1.823 menos, lo que supone un descenso del 16 por ciento.
La situación tocó fondo en enero de este año con 9.490, momento a partir del cual comenzó a remontar para finalizar mayo con 9.758 empresas, 268 más que al comenzar el ejercicio actual.
La mayor parte de las empresas son unipersonales, o con uno o dos empleados, que es la característica predominante entre el empresariado salmantino. Muchas de ellas son creadas por parados que se han convertido en autónomos ante la ausencia de ofertas para trabajar por cuenta ajena.