El oscarizado actor estadounidense Kevin Spacey ya puede respirar algo más tranquilo después de que el joven que le acusó de abusos sexuales retirara los cargos contra él.
El daño reputacional al actor ya está hecho desde que el chico denunciara que en julio de 2016 Spacey metió la mano en sus pantalones dentro de un bar. El joven, que por entonces tenía 18 años, solo denunció que fue contra su voluntad una semana antes de que prescribiera el delito.
El actor, de 59 años, se declaró inocente el pasado mes de enero, pero la sombra de la sospecha se había situado sobre su cabeza. Pese a ello, la cusa siguió adelante.
Ya el pasado 5 de julio el joven, que es hijo de una presentadora de televisión, retiró todos los cargos contra Spacey en un juzgado de Massachusetts y, finalmente, los fiscales hicieron lo mismo este miércoles al no contar con el testimonio del principal testigo y víctima para apoyar su acusación.