La Guardia Civil ha desmantelado un criadero ilegal de tarántulas venenosas en una vivienda de la localidad castellonense de Xilxes.
El Seprona recibió un aviso en el que le comunicaban que sospechaban que en esa casa se criaban arañas venenosas. Al realizar un registro en la vivienda descubrieron 400 tarántulas venenosas.
El propietario de los artrópodos carecía de licencia municipal para tenerlas allí, tampoco tenía seguro de responsabilidad civil, ni memoria de su actividad, por lo que le han abierto varios expedientes.
La picadura de estas tarántulas es venenosa, no todas con la misma intensidad, pero no es mortal.
Sin embargo, la Guardia Civil explica que estos animales son peligrosos para la salud de los humanos y su tenencia es ilegal.