Raquel cumplió los 17 años el 12 de mayo, tenía pensado irse de vacaciones este lunes, pero el destino le tenía reservado un destino cruel.
Raquel es la chica que murió en el accidente de tráfico de Galisancho, y este lunes, además de llorarla su familia, sus amigas paseaban su desolación con unas flores de la mano para dejárselas en su coche fúnebre.
Samara, de Guijuelo, y Fernanda, de Cespedosa, la conocieron hace un año y desde entonces disfrutaron de su amistad. “Era una chica muy alegre, muy dinámica”, comenta Samara. “Me enteré del accidente a las dos horas de que pasara. Estaba en mi casa. Fue un mazazo y me eché a llorar y me puse a mirar sus fotos”, dice mientras su amiga asiente con la cabeza.
“Le quedaba mucho mundo por ver y mucho por vivir. Se iba a ir de vacaciones hoy, y mira”, dice con la voz quebrada.
“Hemos compartido momentos únicos. No se puede cambiar nada y ahora solo a seguir llorándola”, explica.
Raquel encontró trabajo en un bar de Alba de Tormes y cumplió los 17 el 12 de mayo. Iba a iniciar este lunes sus vacaciones, pero el destino le tenía reservada una trampa. “Planeábamos una quedada y mira. El destino”, comentan sus amigas.