La explotación ganadera carecía de cualquier control sanitario, licencia o documentación exigible. Investigan al dueño de una explotación ganadera abulense por un delito de maltrato animal
ICAL. Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investigan a al propietario de una explotación ganadera, en la provincia de Ávila, por un presunto delito de maltrato animal.
Los funcionarios localizaron, el pasado viernes 19 de julio, una decena de cadáveres de diferentes animales, entre los que se encontraban 37 cabras y cinco perros, en una finca de la provincia.
En el lugar, los agentes consiguieron salvar la vida de dos burros y un macho cabrío que se encontraban cerrados y en grave estado de desnutrición, según fuentes de la Guardia Civil.
El Instituto Armado, tras iniciar las pertinentes investigaciones el pasado 21 de julio, localizó al propietario de la finca y presunto autor de un delito de maltrato animal tras dejar morir a los animales, los cuales podrían haber estado encerrados sin comida ni agua durante 20 días. Además, las gestiones realizadas por los agentes verificaron que «la explotación carecía de cualquier control sanitario, licencia o documentación exigible».
Los animales rescatados fueron enviados a otras fincas cercanas donde estuvieron en cuarentena a la espera de que la autoridad competente decidiera su destino. Por otro lado, los cadáveres encontrados fueron retirados por una unidad veterinaria, en colaboración con un ayuntamiento de la zona, además de desinfectar tanto la explotación como las fincas colindantes debido a la plaga de pulgas, entre otros, propagada a consecuencia de este hecho