El Pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado este viernes una amortización anticipada de deuda por valor de 2,5 millones de euros “que permite continuar reduciendo el endeudamiento municipal hasta cotas históricas”, según explica el Consistorio. Cierto es, que venimos de cotas no menos históricas de endeudamiento generado por los anteriores gobiernos del PP, que superaban el presupuesto anual del Ayuntamiento.
Esta lucha contra la deuda ha dejado a la ciudad prácticamente sin inversiones, salvo el mantenimiento obligado de calles e instalaciones y algunos compromisos del equipo de Gobierno que apenas han dejado huella en la ciudad.
El presupuesto para 2019 del Consistorio permite mantener unas cuentas saneadas y equilibradas, “mientras se bajan los impuestos a los ciudadanos, todo ello aumentando la inversión para generar actividad económica y más oportunidades de empleo, con más gasto social para atención y ayudas a las personas que residen en la ciudad, mejorando la calidad de los servicios públicos y pagando a los proveedores prácticamente al contado”, afirma el Ayuntamiento, ocultando que los impuestos, solo en la era Mañueco, aumentaron un 13%, un poquito cada año salvo la bajada del 5% de este ejercicio por motivos electoralistas.
El Ayuntamiento prevé que el capital vivo de deuda financiera a 31 de diciembre de 2019 se sitúe en 49,18 millones de euros, con una ratio de deuda sobre ingresos corrientes del 32,18%, la cifra más baja desde 1991.
La deuda municipal se ha reducido en casi 89 millones de euros desde el año 2012, lo que se ha traducido en una ausencia casi total de inversiones en la ciudad para pagar las trampas heredadas de la gestión de los anteriores gobiernos del PP.