El agua ha eliminado el estrés hídrico que la uva sufría en algunas zonas como consecuencia de la falta de agua durante los últimos meses
ICAL. Más allá de los efectos negativos que las tormentas de la pasada semana dejaron en algunos puntos de la Comunidad, la lluvia caída esos días generó unas consecuencias «muy positivas» en general para la uva en Castilla y León ante la inminente vendimia de este año, por lo que se prevé que se aproxime a los datos de récord registrados el año pasado. Tras un año muy seco en el que la uva ha llegado a padecer estrés hídrico en algunas zonas, el agua reciente ha provocado efectos positivos y la cosecha de este año se espera que sea muy similar a la del año pasado, superando los 370 millones de kilos.
Según los avances de estimaciones correspondientes a finales del mes de julio aportados por la Consejería de Agricultura y Ganadería y recogidos por Ical, las previsiones apuntan a que la vendimia de este año podría ascender a 370,6 millones de kilos, es decir, apenas unos siete millones más que los 377,5 millones que se estimaron para la vendimia del año pasado, que finalmente alcanzó cifras de récord, con más de 306,5 millones de kilos recogidos, según cifró el Gobierno autonómico, en especial en algunas figuras de calidad.
Según las previsiones que se barajan para la vendimia de este año por parte del Ejecutivo autonómico, las recogidas más cuantiosas se centrarán, como es habitual, en aquellas provincias correspondientes con las principales denominaciones de origen. De esta forma, Valladolid encabezará la cosecha, con una previsión de 185,8 millones de kilos (idéntica a la previsión del año pasado), seguida de Burgos, con 90 millones (cinco millones menos), o Zamora, con 52,5 millones de kilos (también similar a la de 2018).
Aunque se prevén buenos datos, las estimaciones hacen alusión a un descenso en la cosecha, salvo en Valladolid, donde se prevé igual, además de en León, donde se auguran para este año 22 millones de kilos (dos millones más que el año pasado) o en Zamora, donde también crecerá ligeramente desde los 52 millones a los 52 millones y medio.
Por el contrario, en el resto de provincias el descenso será generalizado aunque la caída no será especialmente cuantiosa, según las previsiones de la Junta. Así, en Ávila se espera un ligerísimo descenso hasta 1,9 millones de kilos; en Palencia se prevé un millón de kilos menos hasta una vendimia de 1,8 millones; en Salamanca se prevén recoger 1,2 millones de kilos frente a 1,3 millones previstos el año pasado. Quizá el mayor descenso se vaticina en el caso de Segovia, donde se estima que se recogerán 10,4 millones de kilos frente a los 11,5 del año pasado; o en Soria, donde se cifra en cinco millones la recogida de este año frente a los 6,6 millones de 2018.
Una de las denominaciones de origen tradicionalmente más tardías a la hora de empezar la vendimia cada año suele ser Ribera de Duero. Con la confianza de que no se produzcan imprevistos de última hora en los «40 días» que se prevé que quedan más o menos para el comienzo de la recogida de la uva, su presidente, Enrique Pascual, reconoce que las tormentas de la última semana han sido «positivas en general», salvo en algún «caso excepcional».
Sin querer entrar a hacer valoraciones sobre las previsiones que se tienen de cara a la vendimia, Pascual reconoció que la uva este año tiene «buen pinta», en especial a lo que a calidad se refiere «que es lo que importa» porque la cantidad «no tenemos previsión» en relación a los más de 125,4 millones de kilos recogidos el pasado año en la segunda cosecha más cuantiosa de la denominación de origen.
Estrés hídrico
Con total normalidad transcurren también los primeros días de vendimia en la Denominación de Origen Rueda, donde ya ha comenzado la recogida de la variedad sauvignon blanc en algunas bodegas, aunque el grueso de la vendimia dará comienzo en los próximos días. También en este caso el agua de la pasada semana ha tenido unos efectos positivos que han permitido aliviar el estrés hídrico que sufrían las plantas como consecuencia de la sequía y de las elevadas temperaturas de los últimos meses.
La presidenta de la DO Rueda, Carmen San Martín, reconoció que en algunas zonas «aún falta un poco» y habrá que esperar unos días para que comience la recogida, aunque las expectativas son buenas. «Viene algo menos de rendimiento por parcela que el año pasado por la falta de precipitaciones» aunque ese hecho ha favorecido que el estado sanitario de la uva sea «muy bueno». También se espera una buena calidad y en cuanto a las cantidades «es muy pronto» porque el panorama «puede cambiar mucho».
Se calcula que fueron unos 20 litros por metro cuadrado los caídos la pasada semana, lo que a juicio de Carmen San Martín parecen haber incremento «algo» la previsión de la vendimia respecto a los estudios previos. «Se estima una cosecha con un rendimiento por parcela algo más bajo», incidió, aunque recordó que en Rueda también han entrado en producción nuevas hectáreas, con lo que el resultado final será «más o menos similar a la del año pasado», cuando se convirtió en la denominación con más uva recogida, con 130,5 millones de kilos.
A partir de ahora lo que se desea es normalidad para que la vendimia pueda estar «a pleno rendimiento» en todas las zonas en una semana o diez días. Esto pasa por diferencia de temperatura entre el día y la noche, sin alcanzar valores negativos, lo que al verdejo le será favorable para alcanzar un mejor punto de madurez, ya que «lo aguanta muy bien».