[dropcap]P[/dropcap]iedra dorada que así se muestra por la iluminación del sol y la artística de la noche.
Bajo el cielo azul o con nubes dibujadas o bien cubierta por la niebla, siempre se insinúa y nunca se oculta.
¡Qué belleza!
Ciudad de transeúntes constantes, sus gentes y turistas que no pueden disimular cierto gesto de asombro al contemplarla. Y todo esto bajo un sol de justicia o con un frío recio, que los salmantinos llamamos fresquito.
Universidad y ciudad, ciudad y universidad, tanto monta monta tanto. Ciudad universal.
No es un capricho de los tiempos más modernos pues antaño, ya a sus pobladores de hace veintisiete siglos, este enclave les tuvo que impresionar. Y a los que la moraron y a los que la repoblaron y demás.
¡Qué razón la de D. Miguel de Cervantes, en su Licenciado Vidriera…»Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado»!
Ciudad con patrimonio arquitectónico y cultural, con tesoros al descubierto y por descubrir.
Debemos pesquisar. Vamos a ello.
Fotos. Los Pesquisidores.