[dropcap]T[/dropcap]odos estamos de acuerdo en que la organización territorial de Castilla y León nos está llevando a un desastre humanitario: Despoblación, envejecimiento y empobrecimiento general.
Y lo que aún es peor, cuando alguien intenta hablar del tema, lo primero es “lapidarlo” por una opinión pública manipulada desde ese poder que nada quiere que cambie para seguir especulando en sus poltronas.
Cada día se cierran más viviendas, más escuelas, más centros de salud, más farmacias, más comercios, más bares y más pequeños negocios. Si antes fueron nuestros pueblos, ahora le toca a las capitales.
¿Solución?: “operación acordeón, reduciendo nuestro número de políticos e instituciones para ser un “mínimo eficientes” e implantar nuevas políticas.
Nos inspiramos en aquellos sexmos y repoblación de tiempos de Raimundo de Borgoña que tanto éxito demostraron en nuestro pasado más glorioso.
En primer lugar, diferenciar de una vez por todas lo que es un pueblo de lo que es un Ayuntamiento. Un Ayuntamiento sería una Institución Pública con un mínimo de 10.000 habitantes y sumaría a todos los pueblos de alrededor cercanos. Por ejemplo, Ayuntamiento de Béjar recogería a todos los pueblos de nuestras sierras y cada pueblo tendría un representante.
Las Diputaciones se disolverían entre estos nuevos Ayuntamientos.
A partir de estos nuevos Ayuntamientos, la Junta con los grandes ahorros, apoyaría la potenciación de más servicios básicos con esos “centros comarcales” y una repoblación bien planificada y bien financiada con proyectos claros sumando la financiación del Estado y de la Unión Europea.
Es evidente que quien se opone a estas medidas de racionalización son quienes ahora se benefician, es decir, demagogos, cínicos y caciques.
Implantación: Se iniciaría el proceso con debates en las universidades de la región para consensuar un “libro blanco” que sería trasladado a los ciudadanos de Castilla y León para ser votado en referéndum.
¿Hablamos?
*** Las soluciones de cuatro alcaldes y un ingeniero agrónomo proponen soluciones.
