[dropcap]E[/dropcap]s posible que un niño o una niña estén preguntándose ahora dónde está su mascota de peluche. Una persona que lo vio en el suelo, se apiadó de él y lo colocó donde fuera visible.
Una de las farolas de la Plaza Mayor tenía un ‘inquilino’ muy especial este sábado, un oso desvencijado y reclamando un abrazo.
Quizá el dueño o la dueña del osito lo está buscando, pues hasta mediodía estaba esperando a ser rescatado en una de las farolas de la Plaza Mayor.