Una investigación en la que ha participado el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca ha descubierto un panel de biomarcadores (autoanticuerpos) para el diagnóstico temprano de la osteoartritis de rodilla.
En concreto, se ha logrado asociar la presencia de determinados autoanticuerpos a la incidencia y progresión de la osteoartritis, enfermedad también conocida como artrosis.
La medición de dichos autoanticuerpos contra MAT2? en suero sanguíneo podría ser muy útil para mejorar la predicción del desarrollo de la osteoartritis y también para estimar el tiempo de su evolución.
Se perfila un modelo predictivo de incidencia de la osteoartritis de rodilla, donde se incluyen variables clínicas (edad, sexo, índice de masa corporal, actividad con rodilla, antecedentes de lesiones en la misma) junto con niveles de anticuerpos MAT2?.
A partir de esta verificación, se sugiere que la incorporación de este autoanticuerpo en un modelo clínico para el pronóstico de la osteoartritis de rodilla en fases iniciales de la enfermedad incidente mejora significativamente la identificación de los pacientes que desarrollarán el trastorno. Se ha confirmado, en definitiva, la utilidad del modelo para predecir la osteoartritis de rodilla con una extraordinaria antelación que puede facilitar el tratamiento y el incremento de calidad de vida de los pacientes.
En el estudio de diagnóstico precoz de osteoartritis en rodilla ha participado el Centro de Investigación del Cáncer a través de la unidad de proteómica, miembro de Propteored coordinada por el doctor Manuel Fuentes.
Previamente, la comunidad científica ya ha detectado la presencia de autoanticuerpos en suero de pacientes con osteoartritis, pero con este trabajo se ha dado un paso más al asociar la presencia de autoanticuerpos a la incidencia y progresión de la enfermedad.
Datos de la osteoartritis
La función de un cartílago es facilitar el movimiento de las articulaciones y amortigua el efecto del movimiento en los huesos. Cuando se desarrolla la osteoartritis, el cartílago que está entre las articulaciones se desgasta y ocasiona síntomas como el dolor o la hinchazón y se tienen dificultades en el movimiento al usar la articulación afectada. La osteoartritis es la enfermedad artrítica más común en las articulaciones móviles y es cada vez más importante en las poblaciones con más de los cuarenta años, porque conduce a la discapacidad crónica del paciente.
La osteoartritis suele desarrollarse lentamente a lo largo de muchos años, sin embargo, los métodos de diagnóstico actuales son insensibles para detectar los pequeños cambios que ocurren en las primeras etapas, cuando la enfermedad es asintomática. Para resolver este problema, y poder detectar las primeras fases del proceso de la enfermedad debe ser estudiada desde el punto de vista molecular, y este ha sido el abordaje de este trabajo.
Aunque la osteoartritis no se considera una enfermedad autoinmune, sí genera una respuesta inmune por el estrés celular y la degradación de la matriz extracelular. La activación de la respuesta inmune generalmente implica la producción de inmunoglobulinas que pueden detectarse en suero y usarse como biomarcadores para el diagnóstico precoz. En este campo, la estrategia de matriz de proteínas programables de ácido nucleico (NAPPA) empleada en proteómica se ha utilizado ampliamente para detectar autoanticuerpos en muchas enfermedades. De hecho, se ha empleado en estudios exploratorios en sueros de pacientes con osteoartritis y artritis reumatoide.