El Plan Románico Atlántico, puesto en marcha por la Fundación Santa María la Real con el patrocinio de la Fundación Iberdrola España y la Junta de Castilla y León, realizará una nueva intervención en la iglesia de San Martín de Tours, en Salamanca, para frenar los problemas estructurales que el edificio padece desde su origen y que se han ido agravando con el paso del tiempo.
No es la primera vez que el Plan Románico Atlántico, promovido por la Junta de Castilla y León y la Fundación Iberdrola España, interviene en la iglesia de San Martín de Tours, puesto que las acciones de rehabilitación y mejora de las condiciones del templo, desarrolladas en colaboración con la Fundación Santa María la Real, la Diócesis de Salamanca y la propia parroquia, comenzaron en 2015, informó Iberdrola.
La iglesia de San Martín de Tours cuenta con la declaración de Monumento Histórico-Artístico y es, junto con la Catedral Vieja, el edificio románico más significativo de la ciudad de Salamanca. Fue levantada en el siglo XII, sobre una construcción anterior, y ha sufrido numerosas reformas a lo largo del tiempo.
Todas estas acciones afectaron a su estructura y han sido analizadas por el equipo del Plan Románico Atlántico para saber cómo se comporta el edificio en la actualidad y cuál es la opción más adecuada para garantizar su conservación.
El problema estructural de origen estaba documentado y se había actuado sobre él con anterioridad sin llegar a solventarlo por completo. De ahí que, en este caso, se apostase por monitorizar el espacio para disponer de datos reales sobre su estado. Los primeros sensores se colocaron en 2015 y, desde entonces, no se ha dejado de observar el comportamiento del inmueble.
Ahora, y con la información aportada por la monitorización y los estudios e informes que se han ido realizando de forma paralela, entre ellos un levantamiento de precisión que resultó clave para la comprensión del comportamiento estructural del templo, se pudo confirmar que el edificio ha sufrido distintas transformaciones como resultado de la evolución de sus fábricas y que, aunque la trama urbana en la que se halla inmerso le ha perjudicado en algunos aspectos, también ha propiciado que se mantenga en pie.
La principal conclusión de los informes y del estudio de evaluación estructural realizado por la Junta de Castilla y León es que las cargas que soportan los muros románicos del edificio están descompensadas y es necesario realizar una redistribución para mejorar el margen de seguridad estructural.
Peso de la cubierta
La actuación más inmediata, que se iniciará próximamente, supondrá, según los técnicos, “un auténtico ejercicio de cirugía”, para el que han procurado valorar todos los riesgos y posibles escenarios, y tendrá un plazo de ejecución de seis meses con una inversión cercana a los 356.000 euros.
Los trabajos consistirán en modificar los puntos de apoyo de la cubierta actual, que se restauró durante la década de los noventa, para distribuir mejor su peso sobre los muros románicos, trasladando y centrando de este modo las cargas para que no afecten a la estructura.