[dropcap]E[/dropcap]l 26 de septiembre se publica la cuarta entrega de las aventuras de Fernando de Rojas, autor de La Celestina, y uno de los personajes más atractivos de su época. Luis García Jambrina vuelve a combinar de forma magistral la novela histórica y la novela negra, en esta novela, que al igual que las otras tiene en la palabra manuscrito su punto de partida, en este caso es: El manuscrito de aire.
Luis García Jambrina firma la novela más ambiciosa y comprometida de la serie protagonizada por Fernando de Rojas. Cronológicamente la acción de El manuscrito de aire transcurre unos años antes que la de la novela anterior, El manuscrito de fuego. 1515 frente a 1532.
Mantiene las constantes de las tres novelas previas: un misterio en apariencia irresoluble y una espectacular recreación histórica, a las que en esta ocasión suma una inusual historia de amor.
Jambrina aborda cuestiones poco tratadas por la narrativa reciente, como la violencia y la crueldad de los primeros años de la conquista de América. Además, relata los abusos cometidos contra los indios taínos, en la isla de La Española, y los esfuerzos de los frailes dominicos por ponerles fin.
El autor muestra el choque cultural entre dos formas de entender la vida. Fernando de Rojas se siente atrapado en medio, a causa de un inesperado amor y de su propia situación personal, al pertenecer a una familia de conversos, siempre sospechosa a ojos de la Inquisición y de los cristianos viejos.
La galería de personajes incluye, de nuevo, hombres y mujeres reales y de ficción. Fray Bartolomé de las Casas es uno de los protagonistas. La recreación de la vida en la isla de La Española es deslumbrante. El autor lleva al lector a las calles de Santo Domingo y a las selvas que la rodean: los colores, los olores, los sonidos son reales y se escapan del papel