‘Convertir un sueño en realidad’, es lo que le ha ocurrido hace unas semanas al joven zamorano Adrián Viñuela. Él es uno de los pocos españoles afortunados que tendrán la oportunidad de enfrentarse a los mejores jugadores del mundo del póker el próximo año. Este estudiante de Ingeniería Química en la Universidad de Salamanca comenzó hace unos años a jugar al póker de manera aficionada con amigos, pero “ese gusanillo” se hizo más fuerte y hace un par de años decidió aprender “más en profundidad” acerca del juego, de manera que “no influyera tanto la suerte y más las personas”, explica.
Texto: Beatriz Jiménez/ Fotos: Jesús Formigo / ICAL
Tiene 23 años y ha terminado ya sus estudios universitarios, tan solo le queda el Trabajo de Fin de Grado, por eso, este año ha jugado más online. Entre sus aficiones también destaca la música y la producción, es por eso que los fines de semana trabaja como Dj en discotecas, para “sacarse un dinerillo”, en algo que le gusta.
Dice que ya desde pequeño le llamaban la atención los juegos de cartas, y recuerda las partidas con su abuelo o amigos en el pueblo con la baraja española. Sin embargo, el póker “tenía algo especial” y empezó a participar en partidas a través de Internet “sin dinero”. Según explica, en este juego “es más reducir la suerte, dar más opciones a la mente y jugar más con las matemáticas y la psicología”, cosa que no se puede hacer en otros. Aunque su forma de jugar es a través de la red, afirma que en alguna ocasión ha jugado también en el Casino de Salamanca, “pero muy poco”.
Profesionalizar el póker
Para poder profesionalizarse como a él le gustaría, “hay que conocer bien el juego”. Adrián dice que “hay muchos libros e información sobre el póker”, pero lo más importante “es la práctica, jugar y jugar” para detectar qué manos hay que abrir, qué situaciones se pueden dar y también hay que tener en cuenta a los oponentes, porque como apunta “es un factor importante conocerlos”. Aunque asegura que no es supersticioso ni tiene “secretos bajo la manga”, reitera la formación, analizar partidas, estadísticas, probabilidades y mucha matemática. Así, decidió participar en unos torneos gratuitos por Internet y enviar un vídeo a ‘Poker Stars’ con el que consiguió ser uno de los cinco seleccionados.
La práctica “casi constante” pero con responsabilidad y “cabeza” como remarca Viñuela, además del empeño por aprender más a fondo las estrategias del póker, le hicieron clasificarse en las finales de los torneos. Cuenta que en esta ocasión, de las 21 partidas, había que quedar finalista en alguna, como así hizo. Su clasificación como el único jugador español entre los mejores de ese torneo, le valió para enfrentarse a profesionales del póker como Chris Moneymaker y Lex Veldhuis, así como Bruce Buffer. Este zamorano fue uno de los cinco participantes que lograron clasificarse para el torneo final, ‘Chase Your Dream – Play Against Your Heroes’.
Señala entre sus referentes en este mundo a Adrián Mateos y Ramón Colillas, a quien tuvo la suerte de conocer en el último torneo y además se ha convertido en su coach. Explica que cada jugador tiene su propia técnica, que adquiere con la práctica, además “si solo fuera suerte, cada vez ganaría uno”, pero si siempre ganan los mismos “es que hay algo más, el secreto de cada uno” que se aprende formándose bien.
Platinum Pass
Adrián se convirtió en el único representante español del torneo. Confiesa que al principio pensó que “únicamente tenía que jugar 10.000 euros”, de esa forma, cada uno de los cinco seleccionados tenía que jugar con profesionales en una mesa y acumular fichas, así, el que consiguiera más fichas llegaba a la final, “uno contra otro”. Por suerte, este joven llegó hasta la última fase y compitió contra su oponente, el francés. Clement Eloy. Sin embargo, a pesar del esfuerzo no consiguió llevarse el dinero. Entre la amargura de estar a punto de saborear el premio y la buena noticia recibida “no sabía cómo reaccionar”, ya que al finalizar la competición le dieron la sorpresa y ganó uno de los primeros ‘Platinum Pass’ para el próximo ‘PokerStars Players No Limit Hold’em Championship’ (PSPC).
Sin ese pase, cuyo precio oscila alrededor de los 22.500 euros, “no sería posible asistir a un evento de estas características”, afirma Adrián Viñuela. Sin duda, son unas “vacaciones de ensueño” para él. Cada pase otorga la entrada gratuita al torneo en vivo, así como una estancia de seis noches en un hotel, vuelos, traslados y algunos gastos para el ganador y un invitado. El PSPC 2020 tendrá lugar en el Casino Barcelona del 20 al 24 de agosto, donde estará presente este estudiante de la Usal. Hasta la fecha, Adrián es el único representante español, pero confía en que “puedan clasificarse más para acudir” y disfrutar de esa experiencia que ya imagina como “inolvidable”. Llegar hasta aquí conlleva “conocer a la gente a la que admiras” aquellos jugadores por los que te has interesado antes, “es increíble”, concluye.
Juego responsable
Unos de los mayores problemas “del juego online” reside en una mala administración, como explica este joven. Según los profesionales del póker, quizá el problema es que como “está en los Casinos”, mucha gente lo asocia “al vicio o las máquinas”, pero Adrián asegura que “el póker no tiene nada que ver con el Blackjack ni la Ruleta”. Además, actualmente ya se concibe el póker como “un deporte mental”, al igual que puede ser el ajedrez, ya que se necesita cierta habilidad mental.
Por su parte, Viñuela asegura que “ha sabido controlar bien” desde el principio. En ese sentido, relata que una de las primeras cosas que hizo fue “el control de banca” para saber administrar el dinero que empleaba, “hay que conocer cuándo subes” y ser consciente de que en muchas ocasiones “hay que bajar para poder subir”, pero siempre “bajo un juego responsable”, matiza. Para los torneos que él juega paga una cantidad, que suelen ser “limites pequeños”, porque considera que tiene mucho que aprender todavía.
Al principio, confiesa que su familia se asustó al pensar que el póker era un juego de Casino, pero se dieron cuenta que Adrián “tenía cabeza suficiente para controlar”, y así es. Ene se sentido, señala que “a mi familia le parece perfecto siempre que siga con mis estudios y mi vida”.
Hasta el momento ha sabido administrar su tiempo durante su estancia en Salamanca como estudiante universitario, ahora, una vez terminada la carrera, tiene “más tiempo libre para dedicarlo a las aficiones”. Dice que no quiere plantarse aquí, ni cerrarse puertas a nivel profesional, por lo que ya está pensando cursar un máster y seguir formándose en la rama del ‘Big Data’, eso sí, el póker seguirá en su vida, porque siempre sintió “una química especial con los Ases”.