[dropcap]C[/dropcap]uando llegamos al Ayuntamiento en 1979 decidí nombrar a Pilar Fernández Labrador teniente de alcalde y ordené que se le entregara el bastón de mando que le correspondía. Creo que así cumplía con el deseo de un amplio número de salmantinos que habían votado la opción conservadora en las primeras elecciones municipales democráticas celebradas después de la aprobación por los españoles de la Constitución en diciembre de 1978.
En enero de 1982 dos concejales comunistas abandonaron el PCE. José Castro Rabadán, segundo teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Salamanca y presidente de la Comisión Municipal de Cultura, y Agustín Muñoz Cidad, presidente de la Comisión de Hacienda. Ambos pusieron sus cargos a disposición de su partido y el PCE nombró sus sustitutos.
En junio del mismo año reorganizamos la administración municipal, se redujeron las delegaciones de la alcaldía, englobándolas en un número menor de áreas. UCD y el concejal independiente Emilio Tomé se mostraron en desacuerdo con la reducción emprendida.
En septiembre, el Ayuntamiento de Salamanca se quedó con 24 concejales. Los ediles de UCD que se pasaron al CDS fueron baja en el Consistorio. De repente pasamos de ser 27 concejales a tan solo 24. Rosario Diego y Ricardo Sastre, ambos tenientes de alcalde, abandonaron el Ayuntamiento. Y como siempre ocurre no hay dos sin tres, a Nicolás Cifuentes se le retiró la credencial que le acreditaba como edil de Salamanca tras ser expulsado de la UCD. Tras esta última remodelación la Corporación de Salamanca tuvo 11 concejales del PSOE, 10 de UCD y 3 del PCE.
El Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca, PGOU, fue aprobado inicialmente con el voto del centrista Telesforo Martín que propició la mayoría absoluta cualificada necesaria, 14 votos, 11 socialistas, dos comunistas y el de Telesforo Martín.
Telesforo condicionó su voto a la modificación de la edificabilidad, para que pasara de 0,6 a 0,72 metros cuadrados por metro cuadrado. Emilio Tomé se abstuvo por mantener dudas con respecto al desarrollo posterior del PGOU.
En marzo de 1983 se conoció la sentencia del Tribunal Constitucional por la que se devolvía las actas de concejal a Nicolás Cifuentes y Telesforo Martín, actas que UCD les había arrebatado.
Durante parte del primer mandato, el Ayuntamiento de Salamanca contó con 33 concejales, seis más de los 27 de su comienzo. En ese cómputo hay que anotar un fallecimiento, el del edil de UCD Onofre Paniagua.
José Núñez Larraz, Juan José Campos, Nicolás Cifuentes, Ángel Pérez Huerta, Carlos Núñez, Pedro Pérez García y Jesús González Rivas fueron los concejales que estuvieron envueltos en los ceses e incorporaciones citadas.