Dos médicos dejaron morir en el refrigerador de la morgue a un bebé recién nacido, que pensaron estaba muerto.
Nada más nacer creyeron que estaba sin vida e iniciaron el papeleo habitual en estos casos para certificar su defunción.
Sin embargo, luego se supo que el bebé aún tenía vida, porque movía un pie. Como solo se percataron de eso los dos doctores, prefirieron meter en el refrigerador de la morgue de un hospital de Atyrau (Kazajistán) para no volver a las tareas burocráticas.
Este episodio se supo debido a que la policía tenía intervenido el teléfono de uno de los dos doctores, sospechoso de estar implicado en un caso de sobornos, según informa el Daily Mail.
Ahora, los médicos están detenidos por un presunto delito de homicidio y podrían enfrentarse penas de veinte años de prisión.