[dropcap]U[/dropcap]no de los interrogantes que surgen al contemplar la fachada de la Casa de las Conchas es el porqué de la elección de las conchas como elemento ornamental. Algunos autores lo explican como una muestra de orgullo de los Maldonado por pertenecer a la Orden de Santiago, pero también pudo deberse a un deseo de complacer a la esposa, que al pertenecer a la familia de los Pimentel llevaba la concha peregrina en su escudo. No falta quien sostiene que la decoración de las conchas fue un añadido posterior. Esta última teoría se sustenta en que estos elementos decorativos no están tallados, todas ellas están sujetas a la pared por un gancho.
Sobre el dintel de la puerta aparece el escudo de los Maldonado coronado por un cetro. Según la leyenda, los lises fueron conseguidos en el siglo XII por Aldana, un antepasado de los Maldonado, tras vencer en duelo al duque de Normandía. El rey de Francia, para evitar la muerte de su hijo le ofreció a cambio de su vida poder llevar en su escudo la flor de lis, propia de la familia de los Borbones, y le dijo en francés «cette fleur de plat est maldonnée», que podría traducirse por «esta flor es mal donada….». Y el tal Aldana, que no conocía la lengua francesa, entendió que el rey le otorgaba el nombre de «Maldonado». A partir de ese momento cambió su apellido por el que consideraba más noble. También hay otra leyenda popular en la que se cuenta que bajo una de las conchas de la fachada se encuentra una onza de oro.
[pull_quote_left]Los sótanos de la casa, al igual que la casa de los Maldonado de Morille, fueron cárcel de la Universidad[/pull_quote_left]La Casa de las Conchas es uno de los monumentos vivos de la revuelta comunera. La familia Maldonado Pimentel se vio sacudida por la prisión primero y la muerte después de uno de sus miembros más preciados, Pedro Maldonado Pimentel. Sus parientes, los poderosos condes de Benavente, no pudieron evitar que muriera a manos del verdugo, pero no todo se perdió. La Casa de las Conchas fue recuperada por la familia del capitán tras un largo pleito con la administración del emperador, aunque perdiera su torreón para siempre.
Los sótanos de la casa, al igual que la casa de los Maldonado de Morille, fueron cárcel de la Universidad, y dependían del maestrescuela del Estudio.
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