Un hombre de 58 años y sus seis hijos han vivido encerrados durante nueve años en el sótano de su casa en un pueblo de Holanda esperando el “fin del mundo”. El hijo mayor, de 25 años, escapó y pidió ayuda en un bar de la localidad más cercana porque no podían seguir así.
El padre de los hermanos estaba postrado en la cama tras sufrir un ictus y la madre había muerto años antes de que la familia se trasladar a la granja.
Los seis hermanos tienen entre 18 y 25 años y fue el mayor quien acabó desvelando lo que sucedía al escaparse en tres ocasiones para ir a un bar y finalmente contarle al dueño del local lo que estaba ocurriendo «para acabar con esta situación».
En la granja había un huerto de grandes dimensiones, una cabra, algunos gansos y un perro.
