Varias asociaciones de afectados por la incontinencia fecal presentaron hoy en Madrid la plataforma IFE en la que pretenden unir sus voces junto al Consejo General de Enfermería para tratar de lograr que el sistema público sanitario financie el tratamiento, la irrigación transanal, que ahora se tienen que costear ellos y que es el principal método para poder llevar “una vida plena”.
Además, anunciaron que recorrerán las comunidades autónomas donde aún no se costea y contactarán con los partidos políticos para explicarles las necesidades de los más de 70.000 lesionados medulares, pacientes con espina bífida o esclerosis múltiple, que padecen incontinencia fecal y que en algunos casos no pueden pagarse el tratamiento que asciende, de media, a entre 2.000 y 2.500 euros anuales. Actualmente, denuncian desde IFE, sólo lo costea la sanidad pública de Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia. En Cataluña existe un sistema de copago y en el resto, incluida Castilla y León, es el afectado el que tiene que afrontar de su bolsillo el pago.
“Llevamos ya 14 años sin financiación pública de estos tratamientos de irrigación transanal, desde que los primeros productos salieron al mercado”, explicó Francisco Sardón, presidente de IFE, durante la presentación de esta plataforma de pacientes. “Defendemos el principio de igualdad de todos los ciudadanos independientemente del territorio en el que vivamos”, afirmó Sardón, que argumentó que verse privados del tratamiento “supone un menoscabo de nuestra calidad de vida” porque la incontinencia que padecen les impide a veces hacer cosas tan básicas como trabajar, ir al cine, viajar y salir a dar un paseo, entre otras cosas.
Sardón, expresidente del Cermi de Castilla y León, tiene que costearse él mismo el tratamiento de irrigación transanal, lo que supone entre 2.000 y 2.500 euros al año de media, aunque esta cifra puede diferir sustancialmente de un paciente a otro. Menos suerte tiene Ángel de Propios, presidente de Aspaym Nacional y de Castilla y León, que según confiesa no dispone de ingresos suficientes para hacer frente a es gasto. “Perder el control de los esfínteres te lleva a una serie de problemas y al final lo que menos te importa es la silla de ruedas. En las reuniones de trabajo estoy muy nervioso. Los irrigadores nos pueden ayudar, pero no puedo permitírmelo”, asegura al respecto.
Según explica el cirujano pediátrico del Hospital La Paz de Madrid, Pedro López Pereira, “la consecuencia más grave y más difícil de tratar de la disfunción intestinal que sufren distintos colectivos de pacientes es, sin duda, la incontinencia fecal”. El paciente, según explicó, pierde el control y se produce el escape de heces y gases de forma involuntaria. “Cuando no logramos corregir este problema con los medios convencionales, como los laxantes o los enemas, la única opción de mejorar su incontinencia fecal es mantener su colon izquierdo libre de heces y esto lo conseguimos con la irrigación transanal, como se ha demostrado en diferentes estudios a largo plazo tanto en niños como en adultos”, argumentó. A su juicio, “sería justo” que la irrigación transanal “estuviese incluida en las prestaciones de la Seguridad Social y no como está ahora, al libre albedrío de cada comunidad autónoma”.