Un niño de doce años ha muerto debido a las lesiones que sufrió tras recibir una paliza en el colegio.
El chico recibió el viernes 25 de octubre una patada en el pecho, entre otros golpes que le dieron primero en el patio y luego en el aula, pero regresó a casa, en la localidad argentina de Zárate. Una vez allí le contó a su madre que estaba mal, mareado y sangrando por la nariz.
Se repuso y su madre le dejó que fuera a jugar con una amiga, pero esa misma noche el niño comenzó a sangrar por la boca y la nariz y fue trasladado al hospital donde sufrió un infarto del que no pudo recuperarse.
El resultado de la autopsia tardará unos días en conocerse, pero el caso ha sacudido a la opinión pública argentina. La madre ha pedido explicaciones al colegio por no haberle informado de la pelea y de que había recibido un golpe en el pecho.