El magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, señaló este viernes en Burgos, que un juez puede tener una opinión, pero que sin embargo, considera que “no puede ser favorecedor de unas ideas políticas ni correa de transmisión de un partido”. En este punto, el magistrado recordó que “en ningún país de Europa se impide a sus magistrados estar afiliados a un partido”, aunque añadió que por su parte se inclina más porque los jueces no utilicen esto como una “puerta giratoria” saliendo y entrando de la política.
El Palacio de Justicia de Burgos acogió este viernes la jornada conmemorativa del 30 aniversario del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSCyL), que comenzó con un diálogo entre el vocal del Consejero General del Poder Judicial, José María Macías, y el magistrado de la Segunda Sala del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
Durante la jornada, que comenzó pasadas las 18.15 horas, se trataron diversos temas de actualidad, como la situación actual en la que se encuentra la carrera judicial con respecto a hace unos años, la implicación de los jueces en la situación política e incluso la sentencia del ‘procés’, del cual Llarena es juez instructor.
Durante el encuentro, que reunió a diversas autoridades de la ciudad burgalesa, el magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo recordó cómo ha vivido estas últimas semanas, tras conocerse la sentencia del procés.
En este sentido, indicó que en Cataluña la “agresividad ha sido y es total”, recordando las acciones que se llevaron a cabo durante los días posteriores a conocerse la sentencia. Asimismo, ante la insistencia de Macías, Llarena afirmó que sí que “mereció la pena” participar en este proceso, pero que sin embargo “en aquel momento sufrí”, aseveró.
Por otro lado, indicó que pese a todas estas manifestaciones en rechazo de la decisión de la sentencia, había “muchos gestos en cualquier sitio”, dijo, “los más agradecidos probablemente en Cataluña”, añadió. En este punto, afirmó que nunca se esperó llevar un asunto que tuviera “tal importancia para la convivencia en España”, enorgulleciéndose de haber tenido la oportunidad de participar en él. “Pesa más lo positivo que lo negativo”, subrayó.
Por otro lado, el magistrado Llarena también quiso referirse durante su intervención a la carrera judicial, señalando que esta siempre “ha sido vocacional”, y que lo continúa sinedo. Sin embargo, también reconoció que “el prestigio social en la carrera ha menguado”, debido a que el reconocimiento que “dispensa la sociedad no es el mismo que era hace años”. “Sigue siendo una carrera vocacional, pero las circunstancias han hecho que ahora tenga un desencanto que probablemente no tenía antes”, defendió.
30 años del TSJ
Posteriormente, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, se dirigió a los asistentes para realizar un breve repaso de la historia del alto tribunal castellano y leonés, recordando que no solo se celebra el 30 aniversario del TSJ, sino también los 185 años de la Audiencia Territorial de Burgos.
En este punto quiso conmemorar estas dos efemérides que “remarcaron la tradición judicial de la región”. Asimismo, indicó que si se echa la vista atrás, “nos damos cuenta de la disparidad que existe entre los principios sobre los que se asentaba la antigua justicia castellana y los que la soportan en la actualidad”. Al respecto, indicó que “la transparencia que se antoja imprescindible en nuestros días no era tenida en cuenta a la hora de administrar justicia”.
Concepción a su vez fue el encargado de entregar el Premio a la Justicia de Castilla y León, que reconoció en esta primera edición el trabajo y el esfuerzo del Feliciano Trebolle, jubilado hace pocos meses como presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, después de más de cuarenta años al frente de Juzgados y Tribunales de Castilla y León.
Este premio sirve, dijo, para “distinguir al servidor de la Justicia que sobresalga en esta tarea de auxilio al ciudadano”, indicó Concepción. Por último , la jornada se cerró con la actuación del grupo Fetén Fetén.