Cuando más falta hacen las ayudas, más escasean. Eso es lo que ha ocurrido con las prestaciones por desempleo en Salamanca, que en plena crisis se han reducido, precisamente cuando más se necesitan.
En diciembre de 2011 Salamanca tenía 32.194 parados, de los que el 55 por ciento (17.805) cobraban alguna prestación. La nómina de ese mes para pagar las prestaciones fue de 15,176 millones de euros (a razón de 852 euros de media per cápita).
El pasado mes de julio, Salamanca contaba con 32.576 desempleados (382 más), pero el gasto del Gobierno en las prestaciones por desempleo en la provincia se situó en 11,740 millones de euros, lo que supone 3,4 millones menos que hace tres años cuando había menos parados.
Además, en la actualidad perciben alguna ayuda 15.033 desempleados, lo que supone una reducción del número de beneficiarios del 15 por ciento, con lo que la tasa de cobertura ha bajado y solo el 46 por ciento de los parados percibe alguna prestación.
Con un número similar de parados, el Gobierno gasta un 22 por ciento menos en protección por desempleo en la provincia que en 2011, y hay un 15 por ciento menos de beneficiarios de las ayudas que en diciembre de aquel año.