La Guardia Civil ha detenido a un joven rumano acusado de matar a Manuel Tamarit, un hombre de 92 años conocido como ‘El Boñigo’, que apareció salvajemente asesinado en su casa de Albal (Valencia) en enero de este año.
El cadáver de la víctima apareció con golpes profundos en la cara y varias costillas rotas como consecuencia de la paliza que recibió antes de morir asfixiado.
El cuerpo había sido rociado posteriormente con cinco litros de aceite de oliva.
En la casa no había indicios de robo porque la puerta no estaba forzada y no faltaba nada de valor. Fue su sobrina la que descubrió un crimen que tenía indicioso de tener un móvil sexual.
Rociar el cadáver de la víctima de aceite y dejarle encima las garrafas es un símbolo de humillación como venganza a los juegos sexuales que la víctima habría encarado al asesino y sus dos hermanos, también rumanos, por los servicios sexuales que les encargaba. Los dos hermanos han sido igualmente detenidos como encubridores de un asesinato, según informa el diario Levante.
