Una mujer británica de 70 años ha vivido una peripecia que le ha podido costar la vida.
Por motivos que aún se desconocen se había quedado atrapada en su bañera. Vive sola y nadie pudo avisar de lo ocurrido.
El correo se iba acumulando a la puerta de su casa y tampoco recogía la comida que le servían a domicilio.
Un empleado de la empresa de comida a domicilio llamó a su casa para saber qué ocurría, pero nadie descolgó. Entonces pidió a un repartidor que fuera de nuevo a su casa y llamara.
No encontró respuesta y llamaron a la policía. Cuando entraron los agentes la hallaron en la bañera, de la que no podía salir y así permaneció ocho días. Estaba hambrienta y se pudo mantener con vida gracias al calefactor que no aró de funcionar. En la revisión que le hicieron en el hospital confirmaron que su estado era aceptable.