Rogelio Pinate trabaja como fotógrafo de la organización de la Vuelta Ciclista a España desde hace dos años. Realiza, junto a otro compañero, Miguélez, lo que es la carrera y todo lo relacionado con los patrocinadores.
Usted lleva trabajando como fotógrafo más de dos décadas, ¿qué le aporta hacer la Vuelta Ciclista a España?
A parte de la parte crematística (risas) cambió mucho de lo que hago habitualmente (Rogelio trabaja en la agencia Seven dedicada al ámbito social). Es muy divertido, sin olvidar que es un trabajo.
¿Está descubriendo lugares de España desde otra perspectiva?
Sí, porque hay muchas ciudades que no conocía y que creo que no hubiera venido de no ser por la Vuelta.
¿Cuál ha sido la ciudad que más le ha sorprendido?
No lo sé. Hay muchas, pero ahora mismo, es que ya ni me acuerdo por donde hemos pasado. (Risas)
¿Cuántas personas mueve la Vuelta?
Unas 1.500 personas todos los días.
¿Cuántas horas trabajan al día?
Normalmente, comienzo a trabajar a las nueve de la mañana, que es cuando me subo en el coche y estoy hasta las nueve de la noche, que es cuando entro en el hotel. No todos los días es el mismo horario, pero más o menos.
¿Va al ritmo de la Vuelta o se adelanta un día como hacen los montadores de las vallas publicitarias?
No, voy con los corredores. Suelo hacer la salida y me adelanto a los ciclistas para poder fotografiar la llegada.
¿Hay buen rollo con los ciclistas?
Sí, pero yo no tengo mucho contacto con ellos. Es más, los veo bastante poco, sólo al salir y al llegar. También cuando los ganadores de las etapas y de los distintos premios dan la rueda de prensa después de los podium. Quizá la prensa deportiva tanga más relación con ellos, porque va a los hoteles donde se alojan y les hacen entrevistas.
¿Le ha sorprendido alguno?
No, pero es porque no tengo una relación directa con ellos.
¿Qué cree que tienen de especial las grandes Vueltas?
¡Que son muy duras! ¡Lo que hacen los ciclistas es muy duro! Es un deporte extremadamente exigente. Los ciclistas llegan a la meta absolutamente exhaustos.
Usted va delante de ellos y ve la etapa. ¿En algún momento piensa: ‘Estos corredores tienen que subirse en la bicicleta y hacer lo que yo hago en coche’?
Sí. Además, ellos tardan cinco horas en hacer la etapa y van a un ritmo trepidante, más de lo que se puede apreciar por la televisión. Es increíble la velocidad a la que van. El día que hice la contrarreloj tuve que hacer la etapa con varios corredores. ¡Es de locos! Hubo que subir un puerto y bajarlo y la bajada en coche detrás de un ciclista fue terrible. ¡En la vida se me ocurría ir a esa velocidad bajando un puerto!
¿Conduce usted?
No, lo hace otra persona.
¿Los conductores son expertos?
Sí. Normalmente llevan años conduciendo en la Vuelta. Es que conducir en el pelotón y en carrera es muy complicado.
Ha hablado de que la carrera es muy dura. ¿Para ustedes que están tres semanas también es duro?
No es tanto. Son 21 días de trabajo con dos de descanso, por lo que recuperas. ¿Trabajas? Sí, pero no es ni mucho menos la caña que se meten los corredores. Eso no quita que no se vayan notando los días, sobre todo porque hay que tener el mismo ritmo constantemente.
¿Su trabajo tiene la inmediatez del día o van elaborando un dossier que entregan al final de la Vuelta?
No, es diario. Lo hacemos incluso antes de irnos al hotel. Nada más terminar la etapa hay que subir fotos tanto para la web, como para los compañeros de las redes sociales… Necesitan tener fotos nada más terminar. Lo que no tenemos que hacer es enviar fotografías durante la etapa.
Antes comentó que tenían que prestar atención a los patrocinadores…
Sí, además de las fotografías de los ciclistas, hay que mostrarles a los patrocinadores donde está colocada su publicidad y todo lo que mueve la Vuelta. Todo esto en cada una de las etapas. Se hace un dossier fotográfico para cada patrocinador y se le entrega, tanto los que están durante toda la Vuelta como los que son propios de cada ciudad, como pueden ser los Ayuntamientos.
¿Cada mañana o cada noche le indican que tiene que fotografiar?
Hay un trabajo que es fijo todos los días y cuando tenemos que realizar algo específico, nos lo van indicando.
¿Y las azafatas son tan guapas como aparecen en la tele?
Sí. (Risas) Son muy majas.
¿Volvería a repetir el año que viene?
Sí, sin lugar a dudas.