[dropcap]E[/dropcap]sta semana dale jugo a tu práctica, hablaremos de Navasana. Bienvenida, bienvenido.
Navasana significa “postura del barco”. Bendita navasana en este mes de diciembre que comienza, para contrarrestar los excesos. Y lo digo porque es una postura perfecta para tonificar los músculos abdominales en un período de reuniones, cenas y demás celebraciones para terminar el año.
Y nosotros, desde la esterilla, nos preparamos en cuerpo y alma para estar un poquito dirigidos hacia la calma con una sonrisa. Aunque navasana no te hace sonreír mucho porque es una asana que requiere mucha concentración y también bastante equilibrio.
Es una postura muy guay para ir a avanzando despacio y con alguna variante, ya que al principio cuesta mucho estirar las piernas. Es una asana donde el enfoque debe ser correcto para que no resulte demasiado difícil. Queremos dibujar la forma de un bote, de una barca, de ahí el nombre. Con la práctica, como todo en la vida, se va haciendo más amena y sencilla.
Para entrar en esta postura comienzas sentado en tu esterilla y vas a elevar tus piernas unos 60º y también elevar tus brazos a la altura de las rodillas. A veces por querer ir más arriba con mis piernas redondeo mi espalda y mi abdomen pierde fuerza, que es justo lo que queremos activar. Mi espalda está alargada y mi pecho bien abierto y contento. Quiero pintar una V con mi cuerpo.
Y aquí viene el comodín del público, si me resulta muy difícil estirar mis piernas las voy a dejar flexionadas, pero sigo con mi espalda bien larga. Es una asana de alta intensidad, así que puedes hacerla un par de veces poquito tiempo, como de 5 a 10 respiraciones fluidas.
Te va a venir bien anclar el enfoque de tu mirada hacia los pies, ya que también exige estabilidad y equilibrio. Respira y concéntrate.
Navasana es de esas posturas que cuando alguien comienza en yoga y piensa que practicar yoga es estar tumbados todo el rato mirando el arcoíris, se queda alucinado sintiendo su abdomen (incluso a veces sudando).
Beneficios de la postura del barco:
- Mejora la concentración.
- Potencia tu capacidad de paciencia para ir viendo resultados.
- Ayuda a tu coordinación.
- Contribuye el retorno sanguíneo de tus piernas.
- Estira tu espalda.
- La llaman la postura del vientre plano.
Así que antes de que empieces con los turrones (¡y durante, jajaja!) ponte en la postura del barco y a navegar.
Ten un buen día y cuida tu energía. Yoga Ganesha